Hollywood y sus estrellas dieron este viernes algunas de las más espléndidas siluetas para el verano prêt-à-porter 2010 en la pasarela de París, con dos desfiles particularmente cinematográficos, el de John Galliano para Christian Dior y el de Albert Elbaz para Lanvin.
Desde los jardines de las Tullerías, junto a la plaza de la Concordia, en su habitual carpa Ephémère, Galliano fue este viernes tan lejos en el séptimo arte que, además de convertir su desfile en un homenaje total a la actriz Lauren Bacall, para saludar a su público se disfrazó de Humphrey Bogart.
Casi, pues el modisto gibraltareño que triunfa en Dior desde hace más de una década, siempre a tono con su colección en sus esperados pases finales, acortó la gabardina Bogart, en absoluta armonía con los vestidos Bacall, fundamentalmente cortos.
La minifalda ocupó de lleno su pasarela en lamés dorados y plateados, en puntillas, en satenes fucsias, verdes o negros, o en colores muy suaves, en contraste con el ambiente de película policíaca que impregnó de principio a fin su colección.
Un predominio de texturas brillantes, de bordados y de drapeados diagonales hacían pensar en el gusto característico de una sofisticada clientela oriental.