Como en las peores épocas, Medellín vivió un fin de semana tan violento, que las cifras oficiales desnudaron el asesinato, entre el viernes y el domingo, de 25 personas, una racha de crímenes que revive el debate sobre si se trata de hechos aislados o son la realidad de una ciudad que necesita acciones de fondo.
Esta vez el epicentro no fueron sólo las comunas 8 y 13. Hubo dos homicidios triples, uno con tres menores como víctimas en el sector La Loma, en San Cristóbal, y también dos personas cruelmente asesinadas halladas en maletas de taxis robados. Cuatro mujeres figuran entre las víctimas, una de ellas embarazada.
Gran preocupación
Para el concejal Jesús Aníbal Echeverri, todo responde a una dinámica de violencia e inseguridad frente a la cual la ciudad tiene que cambiar sus estrategias de forma drástica.
En tal sentido, formuló una propuesta concreta que, según su visión, le traerá seguridad a Medellín: "Le propuse al Alcalde que no nombrara secretario de Seguridad sino una Junta integrada con prohombres que han trabajado el tema de la seguridad, como Jorge Gaviria, Gustavo Villegas, Jaime Jaramillo, Fernando Quijano y Felipe Palau, y trabajar una estrategia integral de ciudad".
Echeverri propuso además montar una mesa de trabajo nacional para exigir que se militarice la ciudad con 4.000 efectivos y se construyan bases en los barrios.
"Hay denuncias de gente que dice que la Policía deja actuar a los delincuentes y no los ataca", señaló Echeverri.
Y añade que diversos sectores coinciden en que se cobre un impuesto de guerra para dejar de pagar extorsiones y más bien darle dinero al Estado para programas de seguridad. La propuesta la tiene el alcalde, Aníbal Gaviria.
Max Yuri Gil, director de la Corporación Región, rechaza la idea de la militarización y expresa que de lo más preocupante de la jornada es el linchamiento y asesinato, por parte de la comunidad, de un hombre que intentó violar a su hijastra menor de edad.
"Tomar justicia por mano propia envía un mensaje muy negativo a la sociedad, una señal de desconfianza en la autoridad".
Juan Diego Restrepo, de la Corporación Jerusalén y un líder de la campaña Tu vida me importa, afirma que en Medellín la criminalidad siempre es alta en cifras y que simplemente esta vez se hizo visible en toda su dimensión.
"Las cifras oficiales siempre han estado por debajo de lo que realmente pasa. Uno que anda las calles sabe que los muertos son muchos más".
Pidió, en vez de más uniformados y fiscales, "generar alianzas muy fuertes para frenar esa racha de violencia".
La política de más Fuerza Pública, "es siempre equivocada, es mejor generar procesos de reeducación y reinserción individuales con cada pelado que delinque en los barrios".
El comandante de la Policía Metropolitana, general José Ángel Mendoza, reconoció la gravedad de la situación y aclaró que en varios de los casos, como el triple homicidio en La Loma, las víctimas estaban vinculadas a alguna actividad criminal. El común denominador como causa, expresó, es la "reyerta y los enfrentamientos entre combos".
Pero recordó que la institucionalidad trabaja en planes de choque y estrategias que a mediano y largo plazo empezarán a arrojar resultados.
El nuevo Gaula contra la extorsión, el Cuerpo Élite para judicializar cabecillas y la llegada de 700 policías más, son cartas con las que se busca bajar la criminalidad.
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