De nuevo la alegría de la libertad de un secuestrado invadió a los colombianos que este domingo se despertaron con la buena noticia del rescate de Óscar Tulio Lizcano.
Pero la felicidad no es completa al recordar que cerca de 800 personas continúan secuestradas en las selvas por parte de las Farc, separadas a la fuerza de sus familias, con sus sueños truncados y en condiciones infrahumanas como las relatadas ayer por Lizcano.
Entre el grueso número de víctimas del secuestro están aún en poder del grupo guerrillero 23 rehenes de la denominada lista de "canjeables". Son 21 miembros de la Fuerza Pública (militares y policías) y los dirigentes políticos Sigifredo López y Alan Jara.
Por eso sentimientos encontrados de alegría por la libertad de un secuestrado y dolor por la ausencia de muchos otros invaden hoy a los familiares de miles de secuestrados en Colombia, como Patricia Nieto, la esposa de Sigifredo López, ex diputado del Valle del Cauca y único sobreviviente del grupo de 12 diputados secuestrados en 2002.
"Es una alegría inmensa, cada liberación es el regreso a la libertad de uno de los nuestros, que sale de este suplicio para descanso de su familia", dijo la mujer, quien no oculta la preocupación por las condiciones de cautiverio de su esposo tras los recientes rescates militares.
La alegría no es el único sentimiento que le produjo el regreso a la libertad de Lizcano. También hay esperanza y un ejemplo de fortaleza.
Para Patricia Nieto, la experiencia del recién rescatado "es una lección de vida para sus compañeros secuestrados y para las familias. Ellos aguantan por amor, por el anhelo de volver a nacer y ser útiles y nos enseña que tenemos que resistir a pesar del profundo dolor que sentimos".
Sobre la posibilidad de más rescates militares, Nieto insiste en que está vía significa "un gran riesgo", por lo que en la familia prefieren un acuerdo humanitario para conseguir la libertad del político vallecaucano.
A los secuestrados "canjeables" se suman unos 700 secuestrados con fines extorsivos en manos de las Farc; ricos y pobres, sin distinción entre niños, mujeres y ancianos. Además, están los 240 secuestrados que tiene el Eln (según la Ong País Libre) y otros cientos plagiados por la delincuencia.
Y como olvidar a un grupo conformado por cerca de 50 militares, secuestrados y desaparecidos por las Farc, de quienes no hay noticia y jamás una prueba de supervivencia.
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