La actividad económica de Estados Unidos en el tercer trimestre marcó un ritmo de crecimiento anual del 1,8 por ciento, dos décimas menos que en el cálculo preliminar, pero fue el mejor del año, informó este jueves el Departamento de Comercio.
En el segundo trimestre, el ritmo anual de crecimiento del producto interior bruto (PIB) fue del 1,3 por ciento, y en el primero un magro 0,4 por ciento, según el Gobierno, que emite tres cálculos de la actividad económica cada trimestre.
En 2010 la mayor economía del mundo creció un 3 por ciento al emerger de su peor recesión en casi ocho décadas. En 2009 la economía de Estados Unidos se contrajo un 3,5 por ciento y el año anterior un 0,3 por ciento.
Las cifras del Departamento de Comercio, que tienen en cuenta un incremento más cauteloso del gasto de los consumidores, dibujan una perspectiva un poco más optimista que los cálculos de la Reserva Federal, que ahora espera un crecimiento de entre el 1,6 por ciento y el 1,7 por ciento para todo este año.
El ritmo menor de crecimiento que lo calculado para el período de julio a septiembre -al cumplirse dos años del fin de la recesión- refleja principalmente la cautela de los consumidores, cuyo gasto en Estados Unidos equivale a casi el 70 por ciento de la actividad económica.
El Gobierno, que inicialmente había calculado un crecimiento del 2,3 por ciento en los gastos de consumo personal en el tercer trimestre, ahora indica que subió un 1,7 por ciento, y esa disminución fue compensada sólo parcialmente por una corrección al alza en la inversión de las empresas en sus inventarios.
En otro ajuste de cifras importante, el informe del Departamento de Comercio señaló que las ganancias de las empresas, después de impuestos y sin ajustes por consumo de inventarios o capital, subieron a una tasa anualizada del 2,1 por ciento en el tercer trimestre.
El cálculo previo había dado un incremento del 2,5 por ciento, y aun con la corrección, estas ganancias mejoraron entre julio y septiembre sobre el ritmo de crecimiento del 1,1 por ciento que marcaban en el trimestre anterior.
La mayoría de los analistas económicos mantiene su optimismo sustentado en cifras del cuarto trimestre, que señalan un crecimiento más robusto que podría llevar el incremento del PIB a un 3 por ciento en todo el año.
En el lado de las adversidades se cuentan, ahora, el impacto de la crisis de la deuda en Europa, y la persistencia de un elevado desempleo que se encuentra en el 8,6 por ciento a dos años y medio de concluida la recesión.
Si se toma en cuenta asimismo las personas que sólo tienen empleo a tiempo parcial, sin ventajas como vacaciones pagadas o permiso por enfermedad, aunque quisieran tener uno a tiempo completo, y las personas que desalentadas han abandonado la búsqueda de trabajo, el índice real de desocupación llega a casi el 12 por ciento, según algunos analistas.
La Reserva Federal, que desde diciembre de 2008 ha mantenido la tasa de interés de referencia por debajo del 0,25 por ciento y ha prometido mantenerla allí hasta mediados de 2013 para estimular el consumo, contempla otras posibles intervenciones para espolear el crecimiento económico, aunque vigilando el peligro de inflación.
El informe mostró que la inflación subyacente en el índice de precios en gastos de consumo -dato que excluye los precios de alimentos y energía y al cual la Reserva presta mucha atención- fue del 2,1 por ciento en el tercer trimestre. En el segundo había sido del 2,3 por ciento.