La Torre del Reloj estuvo de fondo, mientras del túnel que hay bajo ella, la modelo brasileña Raica Oliveira dio los primeros pasos. Después vinieron más diseños y más modelos, pero sobre todo, la esencia de Beatriz Camacho.
Las pasarelas del tercer congreso latinoamericano de prendas de vestir, Ixel Moda, se cerraron con los diseños de la cartagenera.
Estaba emocionada. Era la primera vez que hacía un desfile grande en Cartagena, su ciudad natal, y en un lugar tan significativo. "Súper emotivo este desfile. Era donde yo compraba los globos cuando estaba pequeña".
Y sus ideas fueron dejando cabezas que se movían en señal de aceptación. El origen fue el tema de la colección, en el que Beatriz pensó al preguntarse por el origen de las culturas y de cómo se empezó a formar un vestido.
"Agarramos un pedazo de tela y a ver cómo en diferentes culturas, en el mismo tiempo, no importa el espacio porque puede ser Japón, China o África, los precolombinos utilizaron la tela de la misma manera", explicó Beatriz.
Se vieron colores azules, beige, naranja, vestidos largos, cortos, a media pierna, faldas, collares grandes, transparencias, brillo, telas que hacían pensar en libertad, en frescura, en prendas que juegan con el cuerpo. Y había estampados que tenían un poco de cada sitio "y de cada origen. Todo está mezclado, para decir que forman un uno".
El desfile lo vieron unas 5.000 personas, que estuvieron alrededor del lugar.
"Me gustaron mucho las ropas y el desfile tenía una energía muy buena. La gente muy positiva y me gustó mucho estar aquí. Es la ciudad más bonita que he visto", señaló Raica, la top model internacional invitada.
El congreso inició el lunes con la pasarela del brasileño Walter Rodrigues. Fueron tres días donde se conjugó la moda y la academia. Expertos nacionales e internacionales compartieron sus conocimientos y se vieron los diseños de Judy Hazbún, Lina Cantillo y jóvenes creadores.
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