Con los testimonios de empleados, egresados, jubilados y estudiantes en la proyección de un video, comenzó la ceremonia de entrega, por parte del Ministerio de Educación, de la Reacreditación institucional de alta calidad, por diez años a la Universidad de Antioquia.
Voces de respaldo, de orgullo, críticas y desafiantes dieron cuenta de la diversidad de opiniones y criterios que componen el universo de una institución universitaria.
El rector Alberto Uribe Correa, señaló que este es el máximo reconocimiento al que puede aspirar una institución. “Para un país como el nuestro, de recursos limitados, tener una universidad de calidad, es esencial”, precisó.
“Estamos convencidos de que la calidad de nuestra universidad debe ser evaluada pública, externa y periódicamente”, agregó Uribe, al tiempo que reconoció el trabajo de un equipo multidisciplinario que permitió llegar a esta meta: nada menos que la primera universidad pública en alcanzar la reacreditación.
“La renovación de la acreditación de alta calidad, significa que la sociedad nos entrega, una vez más, su voto de confianza. La asumimos como un reto y como una gran responsabilidad, convencidos de que es la carta que nos permite navegar seguros hacia la excelencia”.
Día memorable
Fanny Angulo, la docente que dirigió el equipo que se encargó de la autoevaluación, calificó este como un día memorable. Y recordó que “solamente se puede enseñar lo que se sabe bien y lo que se es. Por eso, la autorregulación es un indicador de madurez cognitiva, de ser capaz de gobernarse a sí mismo. Es un reconocimiento a la madurez”.
A su turno, la ministra de Educación, María Fernanda Campo, sostuvo que la U. de A. superó con creces los indicadores de 2003, cuando obtuvo la primera acreditación. Y dijo que la reacreditación da fe de que la excelencia académica e institucional es posible.
Entre los logros de la Universidad, la ministra Campo exaltó que fue la primera en construir un edificio al servicio de la investigación, que hoy cuenta con 36 grupos y más de 1.200 investigadores.
La ceremonia contó con una emotiva interpretación de dos piezas musicales, a cargo de la pianista Teresita Gómez.
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