El retrovisor muestra unas empresas antioqueñas boyantes, que desde mediados del siglo XX repartían gustosas los dividendos con sus empleados y las comunidades aledañas.
Coltejer, Fabricato, Everfit, Nacional de Chocolates, Zenú, Coltabaco, Bancoquia, el BIC y otras tantas compañías crecieron de la mano con la inversión social. Barrios enteros, comunidades se beneficiaron de esos respaldos que los presidentes y directivos de las empresas entregaban con generosidad.
Porque había que crecer con equidad, como se dice hoy en día. Porque el capitalismo social estaba al alcance de todos. Porque la justicia social y solidaridad no eran ajenas a los empresarios. Porque había que construir una clase media fortalecida.
De ese impulso fuerte nació la Asociación Nacional de Industriales -hoy de empresarios- (Andi), desde donde se impulsó la sociedad anónima, el sistema de subsidio familiar y las muy aplaudidas cajas de compensación familiar.
No se puede dejar de lado la Federación de Cafeteros, que también surgió en Antioquia y que catapultó el desarrollo regional.
Porque los empresarios tenían que sacar de su bolsillo parte de sus recursos para mejorar las condiciones de vida de una ciudad y un departamento que crecía a pasos agigantados. Y la inversión pública no era suficiente.
Esa fue la semilla que creció en terreno abonado para que el liderazgo social se mantenga fortalecido.
El balance social no es ajeno a los empresarios antioqueños que lo volvieron parte del engranaje industrial y cada día lo alimentan con entusiasmo y compromiso.
La sostenibilidad con énfasis en lo humano da resultados en los negocios. Y así lo entienden los empresarios paisas. Por eso no es atrevido señalar que presidentes, gerentes, directivos de la región llevan en la sangre la Responsabilidad Social Empresarial como una política que se inculca y se practica en las compañías.
Proantioquia, Empresarios por la Educación son una pequeña muestra de que la doctrina social permanece en la conciencia colectiva.
En tres cuadernillos, este especial periodístico, Comprometidos con Antioquia, muestra el entusiasmo que sienten los empresarios por la Responsabilidad Social, tarea que heredaron de los que construyeron el departamento.
En el primero los directivos de varias compañías hablan de su concepción de Responsabilidad Social y cómo la asumen. En el segundo se destaca el protagonismo de la gente que se beneficia de los planes y en el tercero se plasman los casos exitosos de Responsabilidad Social de las pequeñas empresas, las universidades y de otras regiones del país.
El impulso está intacto, dice David Bojanini, presidente de Suramericana de Inversiones. Pero hay que hacer más, para tener un desarrollo incluyente, agrega Jorge Londoño Saldarriaga, presidente de Bancolombia. Comprometidos con Antioquia evidencia que el liderazgo en Responsabilidad Social Empresarial permanece.
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