Desde hace cuatro años Justin Bieber está en la pared del cuarto de Windy Buitrago. Esta noche, si es que no se asoma antes en el hotel a darles un saludo a las chicas que lo esperan desde el lunes, ya no será más un pedazo de papel. "Este momento me lo llevo soñando desde que tengo 10 años. Ya no me lo tendré que imaginar más. Por fin es real".
El afiche ha visto crecer a Windy. El día que lo conoció estaba peleando por el control del televisor con su hermana y ella no ganó, pero escuchó al canadiense. Su hermana paró justo en MTV, exactamente en Baby, el video de Justin. Lo vio "divino, todo tiernito, con ese pelo... se terminó la canción, anoté el nombre, busqué sobre él y, después de ahí, me enamoré".
Dice que fueron sus canciones, con las que encaja perfecto. Down to Earth, por ejemplo. Los papás de Windy son separados y esa letra, que tiene mucho que ver, le queda perfecta a sus sentimientos. "Yo busco apoyo en él y en las beliebers. Escucho Down to Earth y me pongo a llorar. Me emociono, porque es que siempre lo he querido. Me identifico con su música".
El amor le ha llegado a Windy no solo para viajar de Villavicencio a Bogotá para el concierto de esta noche, sino también para armar en su ciudad un club de fans en el que se reúnen unas 200 jóvenes. Conversan de Justin, de las canciones, del pelo, de la sonrisa, de la voz. De todo lo que se les ocurra.
Aunque el paseo no es solo para las aficionadas. Las seguidoras del cantante son adolescentes y al concierto aún no van solas. Argenys Roa, la mamá de esta niña, también viajó con ella. "Hay que apoyarla, porque es la fan número uno. Ya me sé hasta las letras. Imagínese, uno escuchándolo todos los días". Se ríe.
La historia se va repitiendo entre las seguidoras que esperan al cantante con carteles, chaquetas que mandaron a hacer con sus iniciales, mensajes de Te amo y hasta Cásate conmigo. Gritan. Saltan. Cuando les cuentan que de pronto lo podrán ver en media hora, pueden llegar a despeinarse, casi a enloquecerse, emocionadas.
"Yo escuché sus canciones y me quedó gustando. Su sonrisa, la voz. Totalmente, me gusta todo", expresa Johanna Osorio, 14 años. Viajó desde Cali, con su tía, que la acompaña.
El concierto lo están esperando desde el World Tour, que no pasó por Colombia. Esta era, entonces, la oportunidad, y perdérselo no era un plan posible. "Colombia siempre luchó —afirma Windy—, hasta que lo logramos".
Un artista vendedor
Believe Tour es el nombre de la gira y, en Colombia, se espera que asistan unas 60 mil personas. Camilo Gómez, Label Manager Producto Anglo, Región Andina, de Universal Music, señala que las boletas más caras ya están vendidas.
Justin tiene en Colombia, y en el mundo, aficionadas fieles. En su mayoría son adolescentes que están pendientes de sus noticias y canciones.
"El trabajo Believe, por el que se hace esta gira, ha vendido más de siete millones de unidades alrededor del mundo. Lo que yo creo que les gusta es, además de su música, el paquete completo. Él no es solo un disco. Tiene películas, libros, es un todo que les llega a ellas".
También es que sus letras son pegajosas, hay una estrategia de mercado y él, las encanta desde su cara. Además están las redes sociales, como Youtube, que, al fin y al cabo, lo llevaron a la fama
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