No hay nada más aburridor e incómodo que caminar con unos zapatos que se sienten estrechos o muy grandes. El paso no es el mismo, además a largo plazo se generan también problemas de salud. Algo similar ocurre cuando al carro se le compran llantas que no son las adecuadas. El carro camina mal, llega a perder fuerza al afrontar una pendiente, se vuelve inseguro y, también, en el largo plazo tendrá sus propios "problemas de salud" (léase mecánicos) que obligarán en muchos casos a una costosa intervención para recuperarlo, y seguro con cambio de piezas importantes.
Por eso cuando de comprar llantas para el vehículo se trata, es necesario seguir algunas pautas básicas y orientarse con un buen asesor en el sitio de compra que le indique cuáles son las mejores, según el tipo de carro, el terreno que transita y también el tipo de carga que pueda llevar, entre otros aspectos.
Siempre se debe seguir la recomendación inicial que hace el fabricante del vehículo. Él lo diseñó y construyó y sabe cuáles son las necesidades del carro en operación.
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