Le digo? ¿No le digo? ¡No le digo! La botella de Pinot Noir estaba ahí no más, en la mesa de la entrevista, dueña de 90 puntos en la escala Wine Spectator , pero era un regalo de Bibiana para Hernán y Nubia, sus papás, ahora que está de visita en Medellín.
Descorcharla sería un lujo, brindar con Bibiana superaría el privilegio, pero la botella ya tenía destino, por demás justo: fueron Hernán y Nubia los dueños de toda la paciencia y los impulsores de una carrera que está llegando a la cima, o a una primera gran cima. Bibiana es enóloga, trabaja en un imperio del vino y ya la crítica la descubrió, para bien.
Esa botella que tuve al tiro, hace parte de un lote de vinos que motivó a que en Wine Spectator se pregunten qué es eso tan bueno que está ocurriendo en Lynmar Estate , en el valle Russian river, de Sonoma, California: la viña, la bodega, el campo de acción de esta mujer estudiada en el colegio Jesús María y en Cognac y en Burdeos, Francia.
94 puntos para Terra de Promiso , 93 para Old Vines , 92 para Hawk Hill ... "12 pinot noirs excepcionales", definió Wine Spectator , publicación líder en el vino y dueña de credibilidad mundial.
¿Y qué está pasando? Bibiana dice que "es mi sensibilidad colombiana, mi formación científica y la conexión que establezco con la vid".
Brindis a los 14
Se lo pregunto, se sonroja, acepta: "Mi primer brindis fue a los 14 años en un restaurante, en almuerzo familiar. No lo sé explicar, tal vez fue la botella, su estética, pero pedí vino, una copa, y mi papá autorizó, es más brindó conmigo".
Fue un Marqués de Riscal, español de Álava, que pese a su edad no le pareció fuerte, astringente, al contrario fue el gran descubrimiento del camino que quería seguir.
Esa copa le resolvió la duda de qué estudiar en la universidad, Ingeniería Química en la UPB, y su panorama laboral: "Hacer vinos".
La ingeniería no la satisfizo entonces se trasteó a Administración de Empresas en Eafit. Hizo el plan de mercadeo de una bodega de vinos, pero tampoco se amañó. La viña, la elaboración, el corcho no los veía ni en las curvas.
Y ahí es cuando aparecen paciencia e impulso paternos ¡Le toleraron la renuncia a dos carreras, apenas con cuatro semestres en cada una!
Algo vieron Hernán y Nubia, que la terminaron animando para que a sus 22 años viajara a Francia, a estudiar en un liceo público la carrera que era: enología y viticultura.
Se instaló en Lycée de L'Oisellerie y sin saber ni la jota en francés comenzó a recibir clases. Después de un mes en que vio el diablo, se comenzó a destacar con notas altas, además a buscar cupo en una academia en Burdeos, dice, "la mejor escuela del mundo".
Sus sueños no le daban lugar a más renuncias y en 2002 y en 2004 se graduó. Ya podía decir que sabía hacer vinos, de hecho ya suma 14 vendimias en Francia, Sudáfrica y California.
La crítica
Después de trabajar en Alsacia, Burdeos, Borgoña, Ródano, llevó su saber y su pasión a Sonoma, California, imperio del vino, donde hoy presenta como sus grandes estrellas el Pinot Noir y el Chardonnay.
Su día a día, que llega al momento cumbre entre septiembre y octubre cada año, transcurre en una viña abierta en 2004 con toda la tecnología y con el sello boutique: 18 hectáreas de parras, algunas con 40 años, y vocación por la alta calidad.
"Producimos al año poco más de 100 mil botellas, con dos misiones: elaborar vinos que generen emoción, y transformar la vida de las personas que trabajan allí", dice Bibiana, la gran jefe de un equipo calificado con 94 puntos.
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4
