Parecen lejanos, asustan cuando se acercan: Los rayos. Y aunque podrían verse como fenómenos relacionados solo con las lluvias, no es así.
Rayos y cambio climático. ¿Le suena? Cada año caen en unos 1.200.000 millones, de acuerdo con un informe de la Nasa la semana pasada.
Ruanda es donde más caen por kilómetro cuadrado.
Experimentos han encontrado que el núcleo de algunos alcanza 30.000 grados centígrados, temperatura que derretiría instantáneamente la arena y rompería las moléculas de oxígeno y nitrógeno en átomos individuales.
Este es el asunto: esos millones de rayos producen óxido de nitrógeno (NOx) que reacciona con la luz solar y otros gases en la atmósfera para producir ozono, que cerca de la superficie afecta la salud de personas y plantas y alto en al atmósfera es un potente gas de invernadero. En la estratosfera bloquea la radiación ultravioleta.
Los científicos han pensado que contribuyen con un 10 por ciento en el total de NOx en la Tierra, poco comparado con los combustibles fósiles.
Pero hay incertidumbre sobre cuánto óxido de nitrógeno producen los rayos, según Kennteh Pickering, científico atmosférico en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales.
El y Lesley Ott, analizaron datos de aviones y satélites para entender tal contribución. En un informe en Journal of Geophysical Research, reportaron que un rayo en las tormentas de latitud media y subtropicales convertía 7 kilos de nitrógeno en NOx químicamente reactivo.
"Usted podría conducir un auto a través de los Estados Unidos más de 50 veces y produciría menos de la mitad de lo que produce un rayo promedio", explicó Ott.
Al multiplicar 7 por el número de rayos, encontraron que la cantidad anual de NOx que producen es de 8,6 millones de toneladas métricas.
Si un planeta más caliente provoca más rayos, se produciría más NOx y entonces más ozono, más bloqueo de radiación y más calentamiento. Esto está por comprobarse.
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