Apunta de vergüenza deportiva, jugando con el alma, sin dejar nada para el futuro que no existía y consciente de que era la última oportunidad que le brindaba el torneo, Independiente Medellín logró la victoria que necesitaba para seguir con vida en la Liga Postobón.
Desde el minuto inicial el conjunto escarlata mantuvo contra las cuerdas al Junior de Barranquilla y alcanzó a noquearlo en el minuto 34 con el zapatazo de John Viáfara que significó el primer gol, pero tuvo que esperar hasta los 72 minutos para declararse vencedor del duelo gracias al gol salvador del argentino Germán Cano.
No bajar los brazos, pese al golpe anímico que significó ese penalti de Viáfara sobre Vélez y hecho efectivo por Giovanni Hernández, le sirvió al elenco rojo de Antioquia para vencer al cuadro tiburón sin afanes 2-1, volver a ganar luego de siete jornadas de amarguras y meterse al octavo lugar del campeonato.
"No había de otra que ganar para conservar la ilusión de la clasificación y para ello teníamos que hacer las cosas de la mejor manera en la cancha", manifestó antes Felipe Pardo, y así fue.
Porque pese al descuido que significó el empate transitorio, el DIM de este domingo lució ordenado, manejó bien la pelota y luego de hacer figura al portero Sebastián Viera (ahogó el grito de gol en ocho ocasiones, cuatro de ellas a William Zapata) mereció la victoria que lo dejó dependiendo de sus resultados para volver a la semifinal luego de cuatro eliminaciones. Ganándole el fin de semana al Quindío clasificará sin depender de nadie, eso gracias a que esta vez los rojos sí hicieron bien la tarea.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
