Las dos medidas anunciadas ayer por el Gobierno, de incluir 70 nuevos medicamentos y procedimientos en el Plan Obligatorio de Salud (POS) y el control de precios a 334 medicamentos, fueron bienvenidas por los agentes del sistema de salud, pero consideran que son insuficientes o "pañitos de agua tibia" ante una crisis sectorial que cada día se agrava más y es de plata.
El más reciente informe de la Superintendencia de Salud arroja que la deuda total del sistema suma 14,4 billones de pesos. Eso es en palabras del médico y columnista Roberto Esguerra Gutiérrez, alcanzaría para dotar 70 hospitales de 150 camas y con la más alta tecnología.
Pero más allá de la magnitud de la cartera, el asunto es que ni las entidades prestadoras de salud (EPS) les pagan a clínicas ni hospitales (IPS), al tiempo que alegan que el Fosyga no les paga para poder honrar sus deudas.
Entre tanto, la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas señala que la deuda que tienen las EPS con la red asistencial ya asciende a unos 5 billones de pesos.
Eso contrasta con los 75.000 millones de pesos que el Ministerio de Salud ordenó en noviembre que el Fosyga comprara de cartera morosa que tienen EPS con 23 clínicas y hospitales apunto de cerrar por falta de liquidez.
En esas condiciones, para el director del Hospital Pablo Tobón Uribe, Andrés Aguirre Martínez, son bienvenidas las dos medidas que tomó el Gobierno para beneficiar a los afiliados, pero "eso es como decirle al paciente que le va a llegar el oxigeno, pero el burro que se lo trae está muerto".
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