El delantero del Barcelona Lionel Messi declaró este miércoles que el vestuario ya detectó cuáles son los motivos del bajo rendimiento del equipo las últimas semanas y apuntó que el partido de Liga de Campeones ante el Milan es una oportunidad para recuperar su mejor nivel futbolístico.
"Somos conscientes de que todos tenemos que dar un poquito más y ahora viene un partido clave para cambiar", manifestó Messi durante un acto publicitario.
Las últimas derrotas ante el Milan y contra el Real Madrid dejaron tocado al conjunto azulgrana, pero el astro argentino aseguró que ya detectaron las causas de esos tres tropiezos, aunque no quiso decirlas.
"Sabemos bien cuáles fueron los problemas de estas derrotas, pero quedará en el vestuario", indicó Messi, quien cree que las graves enfermedades de Eric Abidal y Tito Vilanova no pueden servir de excusa: "Lo que les pasó ambos nos afectó, pero no podemos echarle la culpa a eso. Es un grupo fuerte y se recuperará".
Por lo que respecta a su situación personal, el delantero azulgrana negó estar triste y espera que su mala racha ante equipos italianos se acabe el próximo martes, cuando el Barça tendrá que remontar al Milan, en el Camp Nou el 2-0 de San Siro.
"Los equipos italianos se caracterizan por cerrarse atrás y trabajan muy bien tácticamente. Ojalá el martes se rompa ese dato, que no le hice nunca goles", manifestó.
En cuartos ya espera el Borussia Dortmund y el Real Madrid, que este martes superó la eliminatoria ante el Manchester United al derrotarlo en Old Traford (1-2).
Messi vio el partido del conjunto blanco. "Cualquiera de los dos que pasara iba a ganar la Champions. El resultado demuestra lo fuerte que está el Madrid", comentó al respecto.
Preguntado por el deseo de su compatriota Diego Armando Maradona de entrenarle algún día en el Barcelona, Leo Messi se mostró cauto: "Yo estuve con Diego en la selección y fue algo bueno, aunque no conseguimos los objetivos. Después, que dirija al Barcelona no depende de mí".