Estaba una señorita, bonita y muy bien vestida, sentada en una banca de la carrera séptima en Bogotá, como esperando a alguien. En esas llega un gamín y la saluda:
- ¡Quiubo gallada!
- Ninguna gallada, chino insolente, ¡respete!
- ¿Sabe qué muñeca? Si su novio o esposo la ven aquí, podría presentarse una tragedia pasional.
- ¡Cómo se atreve! Vago mugroso, yo soy una mujer decente.
- ¿Ah sí? ¿Y entonces, qué hace usted sentada en mi cama?
Les cuento a mis amables lectores que me sacaron en primera página en un periodiquillo de Quibdó, con foto y todo. Como pocas veces he salido en primeras páginas de algún periódico, sería motivo de orgullo y con copia a mi hoja de vida, pero resulta que el periódico no es un diario, ni un semanario, ni siquiera una publicación mensual, sino un "cadapuedario", es decir, que sale cada que puede. Se llama "Presente" y lo dirige doña Sally Mena Lemos.
Dice la periodista, entre insultos muchas falsedades, que "los chocoanos debemos rechazar los abusos de la alcaldesa de Mutatá y el periodista Tamayo Gaviria". Lo peor es que el artículo está lleno de horrores de ortografía, como poner burlescamente con zeta en lugar de s, anataño en vez de antaño y otras bestialidades idiomáticas.
Me dice doña Sally que soy candidato a prisión por atacar a la etnia negra, ya que los chocoanos son en un 90 por ciento de esa raza afrodescendiente, como dicen ahora.
"La ignorancia es atrevida", no sabe la periodista de marras, que soy gran amigo de las diferentes etnias de nuestra tierra. Tengo grandes amigos chocoanos en Quibdó, Nuquí, Unguía, Arusí, Acandí, Gilgal, San Francisco de Ichó y casi todos son negros. Hice política con el doctor Yamil Bedoya, hace muchos años y con Marco Aurelio Rentería. Puede preguntarle por mí a la doctora Julia Pacheco o a su hija Nadia, con quienes me saludo de pico. También a Ana Becerra, a ver si soy racista. Me siento orgulloso de lucir los collares que me regalaron los embera katíos de Jaquerazbi, en Mutatá, o el bastón de bálsamo que me dieron los cholos de Nuquí con oso labrado en el mango.
Es más, siento gran afecto por todos los chocoanos, negros y blancos y soy feliz tomando vino de borojó, o aguardiente platino. Pero no nos vamos a dejar quitar el corregimiento de Belén de Bajirá.
Primero lo hicieron municipio del Chocó por ordenanza espuria de la Asamblea Departamental del Chocó, que fue ruidosamente anulada por el H. Consejo de Estado. Ahora dicen que es corregimiento de Riosucio y se va el alcalde, Jorge Isaac Mosquera, defendido ahora por doña Sally, a tomar posesión de un pedazo de Antioquia, como si fuera de su jurisdicción. Se nos están acostando en nuestra cama, como la niña de la Carrera Séptima y eso no lo vamos a permitir, por mucho que estimemos al pueblo chocoano. Nosotros tampoco nos arrodillamos, doña Sally, y no es el alcalde de Riosucio, ni la Asamblea chocoana los que fijan unilateralmente los límites, sino el Senado de la República y éste no ha resuelto el problema. Y ojalá se busque quién le corrija los artículos antes de publicarlos en su "cadapuedario Presente".
ÑAPA: "Pasos de animal grande" están sintiendo las Farc, y los presidentes Hugo Chávez y Correa. Cada uno por lados distintos. A las Farc, las Fuerzas Militares y la Policía Nacional y a los otros dos, la Corte Penal Internacional. "Gracias Espíritu Santo por los computadores recibidos".
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4
