Edwin Amaya le puede dar hoy a sus papás los regalos más grandes que un hijo les puede brindar: la tranquilidad acompañada de la gratitud.
En años pasados, cuando ellos se fueron para España, la mamá no se cansaba de repetirle antes de viajar: hijo, lo primero es el estudio y después está el deporte.
Edwin, ganador de cinco medallas de oro, una de plata y otra de bronce en los pasados Juegos Nacionales, le hizo caso a la persistente progenitora.
Él se dedicó al estudio, por eso ya cursa el sexto semestre de Administración Pública en el Politécnico. Pero nunca dejó su deporte, el canotaje, que lo acaba de consagrar como uno de los tres deportistas antioqueños de mayor rendimiento en la justa nacional.
Aunque en estos años ha estado sin la compañía de sus padres, Edwin siempre ha contado con el apoyo de su abuela Margarita Henao, a quien hoy le entregará todo su amor en el día de Navidad.
Las razones sobran y tienen su agregado, por cuanto mientras el atleta competía en aguas del Lago Calima, la abuela fue atropellada por un bus en el centro de Medellín, dejándola con golpes en el cuerpo.
Frente a la ausencia de sus padres, que están en la Madre Patria, y las necesidades afectivas y de cuidado que le prodiga su abuela, el destacado deportista tiene pensado estar al lado de los familiares con quienes vive en lo alto del barrio Manrique.
"Mi abuela es la principal motivación para hoy. Como apenas se recupera de las lesiones no podrá hacer la natilla y los buñuelos. Tendremos Nochebuena, pero me tengo que cuidar mucho porque subo fácilmente de peso", cuenta el ganador de cinco medallas de oro, una de plata y una de bronce al lado de sus compañeros de canotaje con los que compartirá un paseo a Capurganá, en Año Nuevo.
Para Edwin y su familia más cercana estos son días de pura fiesta porque los cinco años de esfuerzos del canotaje comienzan a dejar resultados concretos.
"Estuve a punto de dejar el deporte, pero de tanto porfiar ahí están los resultados", destaca el muchacho de 22 años que hizo parte de los premiados por Indeportes el lunes pasado, cuando se realizó el reconocimiento general por parte de Indeportes Antioquia.
"Con el dinero conseguido en los Juegos les ayudaré a mis papás a comprar un pequeño apartamento", cuenta el fornido palista que sabe bien que el deporte y la Navidad son como la canción de Juanes, "un ratico" al que hay que sacarle jugo y disfrute como lo hará hoy al lado de su abuela Margarita, en Manrique o en Guarne.
Pico y Placa Medellín
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