La canciller alemana Ángela Merkel obtuvo el respaldo para un nuevo mandato. Su reelección es la confirmación además de la bondad de continuar lo que marcha bien y así lo ha entendido ella al anunciar que persistirá en sus reformas graduales en la economía, más acordes con su política conservadora, y alejada del radicalismo que quieren imponerle los nuevos socios liberales de la coalición.
Al desprenderse de la alianza que mantuvo durante cuatro años con los socialdemócratas, la canciller demócrata-cristiana descartó un giro hacia la extrema derecha, lo que alentó los mercados, pues abandonó planes de agresivas reformas económicas para contener el abultado déficit de Alemania y se muestra más favorable a asumir políticas en favor de las empresas, manteniendo los estímulos fiscales.
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