El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, develará este lunes un presupuesto que debe equilibrar su imperativo político de corto plazo de aumentar empleos, mientras convence a inversores que tiene un plan creíble para reducir los déficit récord con el tiempo.
En un año de elecciones, Obama se arriesga a ser calificado por sus adversarios del Partido Republicano como un liberal que fija impuestos y gastos, después que inyectó cientos de miles de millones de dólares a la economía. Señaló que esta medida era vital para evitar una depresión, mientras los republicanos dicen que el dinero se malgastó.
Pero enfrenta mayor peligro político si fracasa a la hora de controlar el desempleo, ahora en niveles del 10 por ciento, y dijo que el presupuesto no será recortado mientras la economía se esté recuperando.
El crecimiento de Estados Unidos trepó a un ritmo del 5,7 por ciento anualizado en el cuarto trimestre del 2009, pero esto aún tiene que producir la tasa de creación de empleo prolongado requerida para reemplazar los siete millones de empleos perdidos desde el inicio de la recesión, en diciembre del 2007.
Por eso, no hay mucha posibilidad de que el déficit se reduzca antes del 2011.
Obama ha propuesto un congelamiento de tres años del gasto doméstico excluyendo la seguridad nacional y seguridad social junto los programas de prestaciones Medicare y Medicaid, que dice ahorrará 20.000 millones de dólares en el año fiscal 2011 y 250.000 millones de dólares hacia el 2020.
Según el New York Times, el presupuesto de 2011 sería de 3,8 billones de dólares.
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