Son indispensables las mejoras que se adelantan en el Aeropuerto José María Córdova. Años necesitándolas. La ampliación de su zona de comercio para viajeros era más que necesaria. Corregir tantos detallitos que lo afeaban era prioritario.
Pero. Pero... Hemos sufrido bastante los antioqueños con las obras de adecuación: tráfico de pasajeros (llegando y saliendo) improvisado. Pantano. Restricciones. Polvo. Ruido. Estrechez. Bueno. Ya empezamos a salir de tan inevitables, pero notorias molestias.
En medio de la alegría que nos produce ver los progresos de una terminal de pasajeros muy cuestionada desde sus inicios, por la falta de proyección y ambición en tamaño y comodidades, ahora están saltando a la vista nuevos lunares:
Recibimos en este diario una queja que nos deja perplejos: en medio del tremendo invierno que nos azota, el techo de JMC, recién instalado está repleto de goteras. ¡Por favor!
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