Los habitantes de El Poblado tendrán que superar este año una dura prueba: no solo el pago de la valorización por el derrame de 24 obras viales, sino la ejecución simultánea de varias de ellas, que agravarán, mientras se construyen, el problema de movilidad.
Este será el año del recaudo y de la ejecución de obras que son absolutamente necesarias, pero cuya construcción se fue dilatando, por las reacciones al cobro de valorización, pese a ser un sistema que ha mostrado beneficios para el desarrollo de Medellín, ciudad pionera en su aplicación.
Hoy existen varios puntos en El Poblado donde la movilidad es crítica y que ahora, con las obras, se complicará aún más mientras duren. Por ejemplo en los cruces de la transversal inferior con la calle 10, y en la loma de Los Balsos cuando cruza ambas transversales. Son cruces con semáforos que ocasionan largas filas todo el día.
De todo el plan por valorización acaban de empezar cuatro proyectos y para el próximo semestre arrancan otros cuatro y quizás seis. Entre ellos, obras de gran dimensión que implican construir pasos a desnivel (transversal inferior con la vía de El Tesoro, transversal inferior con Los Balsos, transversal inferior con la calle 10 y transversal superior con Los Balsos).
La simultaneidad de las obras, particularmente las de la calle 10 con transversal inferior y la de la loma de El Tesoro con transversal superior, pueden generar que los habitantes de las zonas residenciales queden bloqueados para entrar o salir.
Con el agravante de que en la confluencia de la transversal superior con la loma de El Tesoro hay anunciadas varias obras de altura, que con la entrada/salida del centro comercial del mismo nombre, pueden provocar un colapso de la red vial.
La paciencia que deberán tener los habitantes debe ser acompañada de una acción integral, eficiente y coordinada de toda la administración para que unas obras que están llamadas a tener un impacto positivo, no terminen siendo traumáticas.
Del gran paquete de proyectos anunciados desde la pasada administración municipal, cuatro obras ya están terminadas, tres se encuentran en la etapa de prepliegos y 10 están ya en proceso en lo que tiene que ver con diseños, adquisición de lotes y obtención de licencias ambientales, de manera que entre 2015 y el 2016 estén concluidas.
En ningún otro sector de la ciudad se hará una inversión tan cuantiosa, estimada en 380 mil millones de pesos, que será pagada, posiblemente a partir del mes de abril, por unos 70 mil propietarios, según el mapa del derrame que está en proceso final de ajuste, tras la incorporación de nuevas zonas como Santa Elena, Las Palmas, Las Asomaderas, San Diego y parte de Guayabal.
Esto quiere decir que la obra ya está dimensionada tanto en su costo como en el impacto que va a tener en un sector que está sufriendo en forma grave por el incremento del parque automotor en Medellín.
Cifras recientes hablan de que en la ciudad circulan diariamente, sin contar las motos, un millón 200 mil vehículos, que en alto porcentaje se concentran en El Poblado. Allí se generan 335 mil viajes diarios, lo cual representa un promedio de 2,6 viajes por habitante.
La ostensible congestión, no solo en horarios pico, hace imperiosa la ejecución de obras, pero lo deseable es que en un futuro exista mayor planeación y decisión política de las administraciones municipales para evitar que en poco tiempo se acometa todo lo que se dejó de hacer en más de 20 años, tras el entierro de la obra 500, en 1990.
HAY UN PLAN INTEGRAL PARA EL MANEJO DE LA MOVILIDAD DURANTE LA EJECUCIÓN DE OBRAS
Por LUIS ALBERTO GARCÍA BOLÍVAR
Director del Fondo de Valorización del Municipio de Medellín (Fonvalmed)
La Secretaría de Movilidad aprobó un Plan de Manejo de Tránsito específico para cada una de las obras. Ante la simultaneidad se elaboró además un Plan de Manejo Integral que tiene en cuenta el impacto general, para mitigarlo en toda la red vial.
Este plan recomienda adecuaciones en algunas partes de la red para una mejor circulación. También sugiere cambios en los sentidos viales, que permitan un funcionamiento adecuado en vías e intersecciones.
Este Plan tiene fundamento en el reconocimiento de las realidades de la red vial de El Poblado, que pueden resumirse en las siguientes dos consideraciones: la primera es que las obras deben hacerse en el menor tiempo posible. Un proyecto como el de Valorización El Poblado, que propone acciones localizadas en diversas partes de una red que funciona como un sistema, logra los beneficios que se propone, solo cuando todas operen conjuntamente. El beneficio total supera la suma de los beneficios individuales.
Así, construir las obras en el menor tiempo posible resulta casi un imperativo. Si miramos, por ejemplo, que ese paquete de obras incluye 11 pasos en desnivel en diferentes intersecciones, podemos fácilmente concluir que hacerlos uno tras otro, tomaría un tiempo mayor de 15 años. La segunda es que los impactos en la movilidad durante la construcción pueden ser mitigados, mas no evitados. Todas las acciones serán para mitigar. Somos conscientes de la importancia de dar a conocer de manera oportuna estos cambios y avanzamos en un plan estratégico que incluye actividades de socialización e información.