La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, afirmó hoy que la mutilación y profanación de cadáveres que pueden estar ocurriendo en el conflicto en Siria constituyen no sólo actos atroces, sino también crímenes de guerra.
En las últimas horas la prensa internacional reveló la existencia de un vídeo que circulaba por internet, en el que aparece un rebelde sirio que supuestamente extrae los órganos del cadáver de un soldado del régimen de Bachar al Asad y se lleva el corazón a la boca para morderlo.
"En tanto no es posible verificar de manera inequívoca la autenticidad del vídeo, invito a los grupos de oposición armada en Siria a hacer todo lo que esté en su poder para detener esos graves crímenes", señaló la alta comisionada.
Les instó a investigar estos incidentes, así como otras denuncias de violaciones a los derechos humanos por parte de las fuerzas opositoras al régimen de Al Asad.
Pillay recordó que existen denuncias de torturas, ejecuciones sumarias y asesinatos supuestamente perpetrados por grupos rebeldes, que se suman a los crímenes de los que se acusa a las fuerzas gubernamentales y a sus milicias.
La alta comisionada ha pedido en varias ocasiones al Consejo de Seguridad de la ONU que lleve el caso de Siria a la Corte Penal Internacional para que los responsables de tales hechos, en particular de crímenes de guerra y contra la humanidad, puedan ser juzgados, independientemente de que se encuentren de parte del régimen o de la oposición.
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