Cerca de 1.000 delegados de todo el mundo discutirán un tema crucial para el futuro de la humanidad.
La Conferencia Mundial sobre Educación Superior en la sede de la Unesco en París, comenzará en una semana: 5 al 8. Allí se estudiarán las tendencias en este nivel de la enseñanza -desde el rápido incremento del número de estudiantes hasta el auge de la prestación privada de servicios educativos- y se abordarán las nuevas dinámicas que se están manifestando y sus repercusiones.
Examinarán la responsabilidad que incumbe a la enseñanza superior en el plano social y recomendarán medidas para promover la equidad e impulsar la innovación y la investigación.
El Compendio Mundial de la Educación 2009, publicado por el Instituto de Estadística de la Unesco, reveló que en siete años se matricularon en la enseñanza 51,7 millones de nuevos estudiantes suplementarios y 2,8 millones cursan sus estudios fuera de sus países de origen. En el mundo había en 2005, 138 millones de estudiantes en ese nivel, 50 por ciento más que en la conferencia de 1998.
Para Nicholas Burnett, subdirector de Educación de Unesco, el acceso, la equidad y la calidad son retos en todos los niveles educativos. La educación, dijo, debería servir a todos, porque es un derecho humano y un imperativo para el desarrollo.
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