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Vitales para la salud de los ecosistemas -contribuyen en el reciclaje de los nutrientes, en la dispersión de las semillas y en la conservación de la cobertura vegetal-, los perezosos necesitan protección. No solo porque son una de las cinco especies con las que más se trafica en el país, sino porque su hábitat boscoso está siendo destruido y fragmentado poniendo a estas poblaciones, al igual que otras especies de fauna silvestre, en condiciones críticas de supervivencia.
Consciente de los riesgos que corren, Tinka Plese, directora de la Fundación Aiunau y quien lleva años dedicada a la protección y cuidados de estos animales logró la creación del Día Internacional del Perezoso, una fecha que se celebrará hoy en el Jardín Botánico de Medellín, al igual que en otras dos ciudades colombianas y siete países.
La celebración nace como resultado del primer encuentro internacional sobre el bienestar y la conservación de perezosos que organizó Tinka el año pasado en Medellín. Fue ahí donde se definió que a partir de este año, el tercer sábado de octubre será para reflexionar sobre los perezosos.
Y es que hay mucho por aprender. Contrario a lo que muchos creen, no son osos. "Pertenecen al grupo de los Xenartros, unos de los mamíferos más antiguos del Nuevo Mundo, y están emparentados con los armadillos y los hormigueros", aclara Tinka.
Tampoco son mascotas. Según explica la experta, estos dulces e indefensos animales son extraídos de sus hábitats naturales y vendidos como mascotas a los ciudadanos desprevenidos e inconscientes de los impactos negativos de sus acciones sobre las poblaciones naturales de fauna silvestre.
"Los bebes y juveniles son agredidos en sus bosques, arrebatados del pecho de sus madres, para ser vendidos como peluches vivientes. Los drogan para que sean más dóciles al venderlos".
Como si no fuera suficiente, agrega, les liman los dientes y las uñas naturalmente afiladas para que no intimidan a los posibles compradores. Además, les ofrecen comida que nunca vieron en sus bosques de origen.
"La mayoría de los perezosos mueren en manos de sus captores o de sus compradores por falta de los cuidados especializados que requieren, por falta de defensas y por traumas emocionales generados por la separación de su madre y de su casa, el bosque", precisa esta defensora titánica que lucha sola desde La Primavera, donde tiene el hospital y las casa-cunas donde los recupera.
La celebración hoy en el Jardín Botánico tendrá como eje central una maravillosa y colorida exposición fotográfica en el Salón Restrepo, la cual tiene como objetivo acercar al ciudadano al perezoso y su mundo, educando a los espectadores sobre la importancia de este animal en los ecosistemas naturales y el por qué no debemos adquirirlos como mascotas.
Será la oportunidad también para adquirir los peluches de perezosos de dos y tres uñas, las muñecas Pachitas (un homenaje a la Pacha Mama), llaveros, aretes, mugs y almanaques que hacen las mujeres del Taller Pachitas y cuyas ventas se convierten en fuente de ingresos para continuar con las investigaciones y atenciones a estos tiernos seres que deben habitar en el bosque.