Cuando esta noche la líder de víctimas del despojo de tierras de Urabá, Carmen Palencia, reciba el premio Antonio Nariño de derechos humanos, será inevitable recordar a los 49 desplazados asesinados en Colombia por reclamar los terruños que paramilitares y guerrillas usurparon con violencia.
A la entrega del premio, en la Embajada de Francia, la dirigente llegará con los escoltas que desde 2006 la protegen por las constantes amenazas contra su vida y los planes de asesinarla.
Según sus denuncias, "paramilitares y sus testaferros se resisten a devolver las tierras usurpadas de miles de desplazados, que de vivir de sus parcelas pasaron a mendigar para subsistir".
Decenas de personas de la Asociación de Víctimas para la Restitución de Tierras de Urabá padecen esas amenazas y 10 desplazados tuvieron que abandonar la región por el riesgo inminente de atentados.
Por eso para Carmen, presidenta de la asociación, y a su vez desplazada de Turbo, "este premio es un reconocimiento a la lucha de miles de desplazados en Urabá y en memoria de los 48 reclamantes de tierras que han sido asesinados en los últimos dos años en Colombia, ocho de ellos compañeros nuestros en Urabá".
También considera el premio Antonio Nariño (otorgado por las embajadas de Alemania y Francia en Colombia) como un " apoyo a todos los que estamos en esta lucha que, en aras de sacar adelante este proceso de restitución de tierras, hemos dejado abandonadas nuestras vidas, proyectos de vida y familias".
Al referirse a la iniciativa galardonada, el embajador de Alemania en Colombia, Jürgen Christian Mertens, aseguró que "trabajar en el Urabá con la restitución de tierras requiere un valor excepcional. Y la asociación, a pesar del asesinato de miembros y amenazas, ha logrado restituir tres mil hectáreas de tierras pagando con sangre".
La Asociación de Víctimas de Urabá recibirá como premio la obra de arte "La Edad de Oro", del artista colombiano Nadin Ospina y un viaje de trabajo a Alemania y Francia.
Víctimas más visibles
La entrega del premio Antonio Nariño de derechos humanos coincide con la creación, a partir de la experiencia en Urabá, de la primera asociación nacional de los desplazados despojados de predios.
Ahora, Carmen Palencia será la representante legal de la Asociación Nacional de Víctimas por la Restitución y el Acceso a tierras (Tierra y Vida), que según esta líder defenderá los derechos de 10.000 desplazados de todo el país que reclaman tierras despojadas por los grupos armados ilegales.
"Hay miles de víctimas en el resto del país con nuestros problemas y anhelos. Queremos tener más visibilidad ante el Gobierno y la comunidad internacional para que acompañen este proceso de restitución, pues se requiere más celeridad y también protección", explicó Palencia.
Gerardo Vega, director de la Fundación Forjando Futuros, Ong que apoya la nueva asociación, considera que una organización nacional "le otorgará más peso y legitimidad a las víctimas ante el Estado para definir políticas y planes para garantizar la restitución de tierras y su protección".
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