Los partidos que conforman la Mesa de la Unidad Nacional (la U, Conservador, Liberal y Cambio Radical) obtienen las curules suficientes para formar mayoría parlamentaria. Eso sí, siempre y cuando el conservatismo se defina entre seguir en la coalición o jugársela por la candidata escogida por sus bases en la Convención.
El partido Liberal (preliminarmente con 17 curules en el Senado) y Cambio Radical (con 5, que además de formar parte de la mesa de unidad nacional tiene a su líder Germán Vargas como candidato a la vicepresidencia en la fórmula para la reelección), estarán firmes en el apoyo a Santos.
Aunque el número de senadores del Centro Democrático resulta inferior al proyectado por la colectividad (y la votación de Antioquia no llenó las expectativas), sin duda tendrá un gran protagonismo en la próxima legislatura, fundamental para el país, de cara a reformas pendientes en el campo de la salud, la educación, la justicia, las pensiones, o el medio ambiente.
Pero ante todo, el próximo Congreso será el centro del debate sobre el rumbo que debe adoptar Colombia frente a la paz y la mesa de negociaciones en La Habana, así como en todo lo relacionado con un eventual postconflicto.
Por eso, es de esperar que el control político al gobierno no se torne en una fuerza de bloqueo cerril, pero que tampoco se forme un frente dedicado a hacer oposición al nuevo senador Uribe Vélez, con la finalidad de cobrarle cuentas por sus gobiernos. Hay muchos temas para resolver desde el Congreso diferentes a sacar clavos políticos o ideológicos del pasado.
Hay que destacar que la gran votación por el senador Jorge Enrique Robledo contrasta con el retroceso de la izquierda, la del Polo Democrático, la de la Unión Patriótica, rescatada para las elecciones por sentencia judicial. Al tiempo que se premia al senador Robledo por una seria labor opositora, se castiga a su corriente política.
La abstención sigue siendo muy alta. Que sean más los que no votan, pudiendo hacerlo, marca la persistencia de un desarreglo en la legitimidad del sistema democrático que es muy grave. Más que fruto de una campaña electoral insípida, sin propuestas que atrajeran la atención de la gente, es una falla estructural.
Adicionalmente, entre votos nulos y no marcados se llega a más de 2.200.000 sufragios, cifra superior a la alcanzada por cualquier partido. Hay que preguntarse si es sólo problema del tarjetón, tan difícil para una gran mayoría, o si es una deficiencia en la labor de los jurados. La Registraduría tendrá que aplicarse a solucionar tan tremendo desajuste en la normalidad electoral.
Hay que valorar positivamente la tranquilidad de la jornada, calificada como la más segura en la historia reciente del país. No se presentaron ataques terroristas. Las Fuerzas Armadas cumplieron, una vez más, su compromiso con la democracia.
La Registraduría desarrolló bien su labor, entregó datos a tiempo, y el reporte de irregularidades es de 31 casos.
La democracia colombiana superó otra prueba en las urnas, pero suenan campanas de alerta ante el creciente inconformismo del pueblo colombiano. Los partidos o se renuevan y modernizan sus discursos, y se comprometen con las necesidades nacionales, o seguirán siendo objeto de rechazo popular y de desconfianza. Una mirada a los vecinos debería hacerlos enderezar su rumbo.
ES UN TRIUNFO PORQUE NOS TOCÓ COMBATIR CONTRA EL CARRUSEL DE LA REELECCIÓN
Por MARÍA DEL ROSARIO GUERRA
Senadora electa del Centro Democrático, exministra de Comunicaciones
Para el Centro Democrático es un gran triunfo el obtenido en estas elecciones porque es el resultado de una gesta política de propuestas y de trabajo directo con los ciudadanos para recuperar confianza, porque nos tocó combatir el carrusel de la reelección de Santos y ustedes lo ven ahí: los congresistas más votados son aquellos que se beneficiaron de estos contratos que dio el Gobierno.
Estamos felices de que nuestros votos fueron votos de opinión, votos a conciencia, votos limpios de colombianos que ven en el Centro Democrático la esperanza del cambio.
En estas elecciones hubo una renovación sólo en lo que se refiere al Centro Democrático y en lo que respecta a algunos movimientos de izquierda, pero si ustedes ven en el partido de La U y de otros partidos de la coalición de Gobierno, como el partido Liberal o el partido Conservador, fue muy poca la renovación.
En el Congreso seremos esa voz del debate, de la reflexión, de la mirada al futuro de Colombia. Seremos una voz independiente, cuyo único compromiso es con el pueblo colombiano.
Desde el Congreso, con nuestra capacidad de trabajo y de estudio de los temas y, por supuesto, con una bancada que va unida en torno a una misma agenda, y no 20 senadores cada uno por su lado, vamos a innovar la forma como se hace el trabajo legislativo en Colombia.