El jueves en la noche la plenaria del Senado terminó de votar, en segundo debate, el articulado de la reforma de equilibrio de poderes presentada por el Gobierno Nacional. Llamó la atención que algunos temas que habían sido avalados por la Comisión Primera fueron o removidos de la iniciativa o modificados.
Dentro de lo aprobado por los senadores se destaca la eliminación de la reelección presidencial que, según el Gobierno, "era el corazón de la reforma". Pero además, por proposición de la senadora liberal Viviane Morales, se le incluyó una cláusula pétrea que cierra la puerta a que la reelección pueda ser revivida en el futuro por medio de un acto legislativo, al establecer que este artículo solo podrá ser modificado vía referendo o constituyente.
Otro de los puntos aprobados que llamó la atención de la opinión pública es el de la eliminación del voto preferente. En el primer debate los parlamentarios habían apoyado la medida, sin embargo en plenaria determinaron que esta solo se empezará a aplicar en 2022, con el argumento de "darles tiempo a los partidos para preparase".
Más reformas a la reforma
Pero ahí no pararon los "reversazos" de los senadores. El voto obligatorio, que había sido aprobado en primer debate, fue eliminado mediante proposición presentada por el Polo Democrático.
Tal vez el tema con el que más quedaron en deuda los legisladores fue el del Tribunal de Aforados. Era un tema espinoso y polémico, pero había consenso en la opinión pública sobre su necesidad. El tribunal, tal como estaba inicialmente contemplado, tenía la potestad de juzgar a los aforados, pero al final se le quitó esa facultad y hasta ahora solo podrá investigar y acusar.
En la plenaria también se decidió cerrarle la posibilidad a la circunscripción territorial del Senado, que se proponía para darle representación en esa cámara a los once departamentos con menos de 500.000 habitantes.
Críticas desde la academia
Luis Guillermo Patiño, director de la facultad de Ciencias Políticas de la UPB, afirmó que "como la mayoría de las grandes apuestas de este Gobierno, donde se necesitan transformaciones profundas y cambios que toquen la médula del sistema político, termina siendo paños de agua tibia que no resuelven los problemas de fondo".
Patiño dijo estar de acuerdo con la eliminación de la reelección. "No soy enemigo per se de la figura, pero aquí con las debilidades institucionales y la gran concentración de poderes en manos del presidente, la reelección termina haciendo daño, porque desbalancea el sistema de pesos y contrapesos".
En cuanto a la circunscripción territorial del Senado, afirmó que "ahí se evidenció cómo se impusieron los intereses particulares de los senadores de los departamentos con sobrerepresentación".
Por su parte, el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de la Sabana, Diego Cediel, criticó lo ocurrido en la plenaria. "Lo sucedido con la reforma hace parte de una conducta propia de la cultura política nacional, que es considerar que modificando la Constitución se alivian los problemas institucionales y por eso la gran reforma terminó convertida en una reformita".
Sobre el Tribunal de Aforados, Cediel dijo que "convirtieron la Comisión de Acusación en un tribunal, pero mantuvieron el juicio político, entonces lo que hicieron fue cambiarle el nombre".
En cuanto a las listas cerradas, señaló que "es la prueba de que estamos haciendo arreglos institucionales de los problemas de hoy, pero aplicando soluciones dentro de ocho años. Eso se llama desincronización institucional, para un lado van los problemas y para otro la institucionalidad".
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