El presidente de Madagascar, Marc Ravalomanana, dimitió este martes tras casi dos meses de presión del líder de la oposición, Andry Rajoelina, que lo acusa de malversación de fondos públicos y de violar la Constitución y se autoproclama jefe de una "alta autoridad de transición" para gobernar el país.
En un comunicado en el que explica que su decisión fue "difícil de tomar pero necesaria en el interés supremo de la nación", Ravalomanana disolvió por decreto su gobierno y traspasó el poder a un directorio militar dirigido por el oficial más antiguo y de mayor grado dentro de las fuerzas armadas malgaches.
De acuerdo a este decreto, la jefatura de este directorio le correspondería al vicealmirante Hyppolite Ramaroson, lo que podría extender el conflicto político al ámbito castrense dado que el coronel Andre Ndrianarijaona, que respalda a Rajoelina junto con otros mandos militares y policiales, se designó a si mismo jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.
Poco después del anuncio de Ravalomanana, cuatro generales del directorio militar fueron arrestados por efectivos del Cuerpo de Administración del Personal y Servicios del Ejército de Tierra (Capsat), que manda Ndrianarijaona.
El arresto se produjo en la sede del episcopado de Antananarivo, donde los militares estaban reunidos con el pastor protestante Lala Rasendrahasina, representante de la Confederación de Iglesias Cristianas (FFKM), que ha tratado de mediar una solución de la crisis, y que también fue detenido.