Las cuentas no son buenas. Según el estudio de consumo de sustancias psicoactivas hecho por la Empresa Social del Estado Carisma entre los jóvenes escolarizados de Medellín, la edad de inicio para alcohol y cigarrillo está en los 12 años.
La investigación señala que hay rasgos de inicio desde los cuatro años para la bebida y de siete para el tabaco.
No son datos alentadores. Lo reconoce la directora de la Corporación Colombiana para la Prevención del Alcoholismo y la Farmacodependencia, Surgir, Margarita María Sánchez.
"Hay que tomar conciencia de que hay un problema con el consumo desde edades muy tempranas y por eso hay empezar a educar y acompañar a los niños y jóvenes para que en un mundo lleno de drogas aprendan a convivir y decir que no".
No es una tarea sencilla: el cigarrillo es una droga legal, que se vende al menudeo y es de fácil acceso para los menores. Y el alcohol es patrocinado por los padres.
"Esta cultura es de esas en que le dicen a uno 'tome que usted es un verraco', 'tome para que sea hombrecito' eso incentiva el consumo y también hay permisividad", agrega la directora de Surgir.
Pero no se trata solo del consumo, sino del riesgo que está atado a éste.
"Hay que entender la complejidad de esta situación y el riesgo que tiene al estar asociada con otros factores de riesgo, como maltrato, abuso, sexualidad insegura... y que es la puerta de entrada a otras drogas" y sustancias consideradas sí, como ilegales.
Una idea clave en el tema es que se está perdiendo la dimensión del riesgo, es decir, "que las drogas se han ido infiltrando en nuestra cultura de una manera natural".
Desde edades muy tempranas hay que desarrollar habilidades y destrezas para que puedan tomar decisiones que le permitan decir no a estas drogas legales.
Retardar el consumo
Un factor clave en esta "batalla" es la edad de inicio de consumo.
Los jóvenes cada vez llegan más temprano a las drogas. La edad promedio de inicio en el consumo de marihuana, popper y cocaína se sitúa en los 14 años.
"Hay un indicador clave y es cómo retardar la edad de inicio del consumo de cigarrillo y alcohol, que es la puerta de entrada a otras drogas", insiste Margarita María.
Y vuelve sobre el tema de la permisividad: "Antes una fiesta de 15 años no tenía tragos. Hoy sobra. Y allí hay niños desde los 13".
Hay que tomar conciencia de que hay un problema y empezar a educar y acompañar. Desde edades muy tempranas hay que desarrollar habilidades y destrezas para que puedan tomar decisiones que le permitan decir no a estas drogas legales.
"Que afronte día a día todo lo que se le presenta, las presiones, los complejos, de una manera adecuada y responsable, porque finalmente el consumo de alcohol y de droga no es más que una evasión".
En esa tarea los padres juegan un factor fundamental. Surgir, por ejemplo, trabaja en el fortalecimiento del vínculo afectivo desde el vientre.
La tarea es compleja, pero hay que afrontarla.