La Arquidiócesis de Medellín y la Diócesis de Sonsón – Rionegro facultaron a sus sacerdotes para que puedan absolver a quienes confiesen el pecado del aborto durante la Cuaresma.
El Decreto 011 del 5 de marzo de 2014, de la Diócesis Sonsón – Rionegro, explica que quien procura el aborto incurre en excomunión. “La pena afecta a todos lo que intervienen en el aborto y no solo a la madre que mata o hace matar a su hijo. En efecto, los cómplices de procurar el aborto incurren en la misma pena siempre que este no se hubiera cometido sin su ayuda”.
No obstante, señala que también puede haber circunstancias eximentes, como no haber cumplido 16 años, “la ignorancia inculpable de que se infringía una ley, la coacción o violencia o el carecer de uso de razón”, o atenuantes, como “tener uso imperfecto de razón u obrar sin plena imputabilidad”.
La facultad de perdonar el pecado del aborto generalmente recae en los obispos, pero en ocasiones se les delega esta función a los sacerdotes, como ocurre en esta Cuaresma, entendida como tiempo de reflexión y cambio para los católicos.
En el artículo 3 del decreto, monseñor Fidel León Cadavid Marín, obispo de Sonsón – Rionegro, pide exhortar a los fieles “que se acusen del pecado del aborto, al arrepentimiento profundo y a defender la vida humana en cualquiera de sus etapas, desde su concepción hasta la muerte natural”.