Uno de los asuntos que más preocupa a los colombianos es el de la salud. Desde hace varios años este ha sido uno de los temas que más debates ha suscitado y en el que las acciones correctoras a las problemáticas que enfrenta el sector poco se sienten. A diario aparecen noticias que evidencian las falencias del sistema.
El año pasado, y respondiendo al pedido de los diferentes actores del sistema de salud, el Gobierno presentó un texto de reforma a consideración del Congreso. A pesar de la importancia de la iniciativa y del interés generalizado en la misma, el tránsito de la reforma ha sido difícil y controvertido.
Igualmente, el proceso que ha adelantado el Gobierno Nacional en cabeza del Ministro de Salud, Alejandro Gaviria, de socialización y discusión de la reforma con los actores y partes interesadas tampoco ha sido fácil. La oposición de la gran mayoría de ellos a los diversos asuntos que trata la reforma y las evidentes contradicciones adentro de varios de los grupos ha sido el común denominador del debate.
Un proceso de reforma a un servicio tan vital -al punto que ha sido llevado a la categoría de derecho-, antes que generar una torre de Babel en la que cada actor, escudándose en un llamado a preservar el bienestar de los ciudadanos, hace defensa cerrada de sus propios intereses, debería concitar a un consenso básico que le haga justicia a ese llamado a asegurar la salud de los colombianos.
La falta de acuerdo hace difícil pensar que el país va a contar, en un plazo de tiempo razonable, con una reforma que subsane los problemas que aquejan al sector y asegure un sistema más fiable y eficaz.
Pero, además de las posiciones irreconciliables de los actores, este primer semestre del año va a estar afectado por el proceso electoral que ha de llevar a cambios en los miembros del Congreso y, eventualmente, en la Presidencia de la República. De allí que muy probablemente el tema de la salud esté en la primera plana del debate electoral, pero que pocos avances se registren en el trámite de la reforma en el Parlamento.
Frente a este panorama, el Gobierno ha anunciado que la solución a los problemas del sector se dará, con o sin reforma. En este sentido es que se pueden entender las recientes decisiones acerca de la regulación de los precios de un número mayor de medicamentos, la ampliación y definición del POS para 2014, y el giro de recursos a las IPS.
Igualmente, se expidió un decreto que regula la movilidad de los afiliados al sistema de salud, de los niveles I y II del Sisbén, desde el régimen subsidiado hacia el contributivo y viceversa,
Por su impacto favorable en el bolsillo de los colombianos, el control de precios de los medicamentos ha sido una medida que ha tenido buen recibo. Sin embargo, hay que esperar a ver cómo reaccionan las farmacéuticas a la mayor cobertura del control y cómo el Gobierno va a asegurar el cumplimiento efectivo de la norma.
A pesar de los desencuentros y las dificultades, y dada la magnitud de los problemas del sector salud, es imperativo que el Gobierno y el Congreso asuman el liderazgo necesario para, por encima de los intereses mezquinos y las trabas electorales, se le entregue al país la reforma que demanda.
GOBIERNO AVANZA EN AGENDA PARALELA PARA BRINDAR SOLUCIONES EN SISTEMA DE SALUD
Por ALEJANDRO GAVIRIA
Ministro de Salud
Somos conscientes de que la coyuntura no es fácil por el tema electoral, pero lo que va a hacer el Gobierno es tratar de que la reforma a la salud sea aprobada. Y somos conscientes de que en torno a la reforma a la salud, sea esta o cualquier otra que se plantee, hay enormes intereses superpuestos, cada uno queriendo que se haga una reforma a su medida.
Lo que estamos haciendo es crear una mejor pedagogía, ampliar el círculo de la discusión y con respecto a lo que se aprobó en el Senado hay que explicar bien los cambios.
Sin embargo, nosotros tenemos que tener una alternativa y lo que hemos venido haciendo, por vía administrativa, desde finales del año con los decretos de ampliación del POS, del control de precios de los medicamentos y de movilidad entre el régimen contributivo y subsidiado es construir una agenda que avance en muchos de los aspectos que tiene la reforma.
O sea, yo tengo que trabajar en dos canales: seguir impulsando la reforma, pero tener también alternativas que ofrezcan soluciones sin ella.
Y yo creo que el país ha recibido bien estas medidas, tanto en el control de los precios de los medicamentos, que entienden como una decisión seria que va a beneficiar al sector y a la gente y que se iban a imponer sanciones fuertes por incumplimiento como ya se ha comenzado a observar.
En el mismo sentido, la ampliación del plan de beneficios con la incorporación de 50 nuevas tecnologías también avanza decididamente.
Yo sigo pensando que la reforma es importante para tres o cuatro cosas fundamentales y porque nos brinda instrumentos que hoy en día no tenemos para resolver la crisis financiera del sector. Nuestro reto es mejorar lo que se tenga que mejorar, pero sin que haya un borrón y cuenta nueva tampoco.