La asignación académica de 22 horas efectivas semanales para los docentes, con o sin coordinación de grupo (D.1850), más 8 horas para realizar un sinnúmero de actividades, con un total de 30 horas semanales, no tiene en cuenta el tiempo para: investigación docente, desarrollo de proyectos y la coordinación de grupo: tarea de gran responsabilidad y trascendencia.
Allí, se propicia el encuentro afectivo, la reflexión, la vivencia de valores, la atención a las necesidades o dificultades académicas y/o comportamentales de los estudiantes, la integración curricular y grupal, siendo fundamental en el desarrollo formativo de niños y jóvenes. Hoy, por infinidad de dificultades sociales, familiares y propias del ser humano, es un área vital en los planteles. Amerita hacer una buena tarea: revisar y ajustar el currículo y las Leyes para garantizar la realización de la misma, incluyendo las horas necesarias, dentro de la asignación académica de 22 horas semanales.
El asunto no puede manejarse con paños de agua tibia, en detrimento de la calidad educativa para los educandos y la calidad de vida de los educadores. Así, extender la jornada laboral de los docentes de 6 horas diarias a 8 horas, o asignar 23, 24 o 25 horas de clase, a los docentes que no son coordinadores de grupo, con sobrecarga laboral, no solucionan el problema.
En las 8 horas semanales restantes de la jornada laboral, más las horas extra que invierten los docentes de su tiempo, se realizan actividades como: asistir a reuniones, atender padres de familia, resolver problemas de los estudiantes, calificar un promedio de 440 estudiantes o más en sus múltiples actividades, preparar clase, materiales, entre otros. Entonces, ¿dónde está el tiempo para la coordinación de grupo?
Esta tarea olvidada, hay que hacerla buscando mecanismos de reflexión en torno al 1850, que permitan la corrección de interpretaciones salidas de contexto, y nuestros legisladores brinden claridad y precisión, en pro de la calidad educativa, la investigación, los proyectos educativos y la coordinación de grupo, en básica primaria, secundaria y media vocacional, dando garantías y estímulos a los docentes para la realización de estas actividades, organizando la estructura escolar, ampliando, mejorando y motivando la fuente de trabajo docente. Tangencialmente, valorando, conociendo y dignificando la bella labor de educar.
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