Es una lástima que voces expertas adviertan que el Túnel de Oriente, aún sin iniciar su construcción, se quedaría corto para atender la demanda de vehículos que desearían utilizarlo.
Los cálculos del túnel, cuya construcción estuvo interrumpida por meses, se hicieron hace 14 años. Hoy se tiene claro que, cuando se ponga en servicio, no dará abasto.
El Túnel de Oriente es una necesidad. Ojalá se acelere la construcción de ambos tubos y muy pronto sea una nueva alternativa para los miles de automotores que hoy transitan entre el Valle de Aburrá y el Oriente antioqueño.
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