Los equipos de búsqueda dijeron que habían encontrado objetos pequeños de hasta un centímetro de ancho que podrían ser fragmentos de un meteorito, pero no grandes piezas.
El gobernador regional de Chelyabinsk dijo que la caída causó cerca de 1.000 millones de rublos (alrededor de 24,6 millones de euros) en daños.
La vida en la ciudad ha vuelto en gran medida a la normalidad este sábado aunque 50 personas continuaban en el hospital. Las autoridades dijeron que más de 1.200 personas resultaron heridas, la mayoría por cristales rotos.
Los trabajos de reparación tuvieron que realizarse rápidamente por las frías temperaturas, que se desplomaron a cerca de 20 grados bajo cero por la noche.
El ministro de Emergencias, Vladimir Puchkov, inspeccionó los daños después de que el presidente, Vladimir Putin, lo enviara a la región.
Su ministerio está bajo presión para agilizar las labores de limpieza tras las críticas recibidas por el fracaso en lanzar advertencias a tiempo antes de las fatales inundaciones que tuvieron lugar el pasado verano al sur de Rusia y por la gestión de los incendios forestales en el 2010.
Putin también querrá evitar que se repitan las críticas a las que se enfrentó por su lenta reacción ante los incidentes que sucedieron al comienzo de su primer mandato como presidente, como el hundimiento del submarino Kursk en el 2000 que causó la muerte de las 118 personas que iban a bordo.
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