Los días de angustia que vivió Jorge Zuluaga al tener que abandonar su natal Cocorná como desplazado por la violencia van quedando en el recuerdo. Ahora, en El Santuario, él y su familia hacen parte de un proyecto asociativo que impulsa la Asociación Técnica para la Gestión de la Capricultura (Cadelsa).
Según explica Gabriel Grisales, secretario de Desarrollo Agropecuario de este municipio y presidente de Cadelsa, ésta garantiza la seguridad alimentaria con productos saludables, protege el medio ambiente y es un negocio a futuro.
Ya son 24 familias las que hacen parte de la asociación que, desde hace dos años, implementó el proceso de trabajo sostenible.
"En campo abierto, donde come una vaca comen 7 cabras", explica Gabriel Grisales. Por esta razón las granjas del proyecto tienen cría de cabras semiestabuladas que se alimentan de pasto de corte.
Las granjas incluyen, además, gallinas, una o dos vacas y cerdos. El estiércol que producen se recoge y con éste se produce un abono orgánico para fertilizar los potreros donde se cultiva el pasto.
"De esta manera, el terreno se oxigena y recibe mayores nutrientes", agrega Grisales.
Jorge Zuluaga tiene en su granja 17 cabras, 1 chivo, 8 cerdos de engorde, 2 marranas de cría, 20 gallinas, unos patos y 2 vacas semiestabuladas.
"Aquí en la casa participamos todos en el proyecto, sobre todo en la parte de la elaboración de productos. Hacemos yogur, arequipe y con la ayuda de otro compañero hemos hecho chuzos de cabra, que son muy saludables", comenta Jorge Zuluaga.
Agradece y destaca la importancia de la permanente capacitación que les brinda Gabriel Grisales a través de la asociación. Sin embargo, también confiesa una preocupación: la comercialización de los productos.
Cambio de actitud
Ambos coinciden en que no es fácil cambiar la cultura y la tradición de las personas, sobre todo aquellas que consumen mucha leche de vaca.
Saben que es cuestión de aprendizaje, de enseñar los beneficios que tiene la leche de cabra en la salud humana.
"Los estudios señalan que la carne de cabra es más magra y que la leche es muy recomendada para las personas que padecen de asma, que es muy tolerable al proceso digestivo y que permite absorber el calcio mucho más que la de vaca", explica Grisales.
Confiesa que no es fácil romper paradigmas, pero confía que a través del trabajo que adelantan en ferias, donde explican las bondades de los caprinos y venden los productos, las personas se animarán a consumir alimentos sanos.
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