Nada qué hacer. Al vestido no hay quién le gane cuando de ocupar espacio en el clóset se trata.
Esta semana, que marca el comienzo oficial del verano, los hemos visto en variedad de colores y siluetas, como una manifestación silenciosa de su poderío, luego de una temporada en la que el look masculino de pantalones y camisas sin estructura, amenazaba con extenderse.
Celebro este regreso con fuerza, pues el halo femenino del vestido no se remplaza con nada: nos permite lucir las piernas, destacar la figura y ocultar algunos defectos que no necesitamos que nadie más conozca.
Si están pensando en adquirir un vestido en los próximos días, tengan en mente dos palabras: hippie y flores.
Por un lado, la tendencia hippie de los 60 trajo de vuelta las maxi faldas y los maxi vestidos (derecha).
Y las flores son el print del momento en tamaños y colores para gustos posibles e imposibles (ver arriba).
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