Un fiscal de la Unidad de Delito contra la Propiedad Intelectual le imputó los delitos de corrupción de alimentos, productos médicos o material profiláctico y usurpación de derechos de propiedad intelectual y obtentores de variedades vegetales a Fernando Sanabria Rincón, quien sería responsable de traficar anticonceptivos falsos que habrían ocasionado el embarazo de 40 mujeres.
Para el ente acusador, Sanabria Rincón haría parte de una red que funcionaba en varias partes del país y que, al parecer, se dedicaba a adquirir estos productos en el mercado negro para venderlos desde Bucaramanga a contratistas que se encargaban de comercializarlos en clínicas, hospitales o droguerías.
La irregularidad se descubrió luego de que una entidad de salud suministrara alrededor de mil ampollas de un anticonceptivo a mujeres vulnerables que hacían parte de una campaña a favor de la población femenina de escasos recursos.
De estas, más de cuarenta mujeres resultaron embarazadas a pesar de que formaban parte de programas de planificación familiar, por lo que cada fabricante retiró del mercado sus medicamentos y procedió a un análisis que concluyó en que los tratamientos utilizados eran falsos, tanto su empaque, como en su contenido.
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