Ni se lo imaginaba. Y la verdad, nosotros tampoco. ¿Surf en Colombia? Ese deporte que solo se ve en los videos de rock y en las películas gringas en las que el hombre reta a las olas, también se vive en Colombia. Y un brasileño llegó para demostrarlo.
Se trata de Adriano de Souza, con nombre de estrella de fútbol y pinta de mochilero de largos viajes. Adriano, de pelo ensortijado y un eterno bronceado, llegó a Colombia para mostrar y demostrar que en nuestras playas también se pueden correr olas.
"Es la primera vez que vengo a este país, y de verdad no sabía que había surf. Vengo por invitación y con mucha ilusión de conocer un nuevo lugar. Es hermoso", dice Adriano, que surfea desde los ocho años y es cuarto en el ranquin internacional.
Y si nos hablan en hawaiano del surfing, pues Adriano ni sabe qué responder cuando le hablan de Colombia. "Solo sé de futbolistas, del Pibe y de otros así. Nunca he escuchado en el circuito de deportistas colombianos, ni de sus playas hasta hoy. Pero para eso estamos acá. Para masificarlo, popularizarlo, que la gente lo conozca", comenta este hombre, quien hace un par de meses sufrió un accidente fuerte que le dejó algunas secuelas en su rostro tras chocar con unas rocas.
A Colombia la conocía por Bogotá, por un mar de cemento y frío que no se parece en nada a sus playas de Guarujá, en São Paulo, Brasil, su lugar de nacimiento. Algo más parecido es Nuquí, en Chocó, a donde llegó con una comitiva de seis personas, entre ellas Miguel Pupo, que con 16 años ya pinta como otro de esos berracos que se le mete a las olas sin pensar mucho en la revolcada. "El surf es algo más que un deporte, es la manera de vivir y de disfrutar del mar y las olas", explica Pupo, también paulista.
Adriano de Souza es chiquito, cuajo, pero no mayor al metro con setenta centímetros. Y pese a no ser tan famoso como los futbolistas de su país, se sintió por una mañana como un estrella de cine. "No creí que me fueran a entrevistar ni con cámaras de televisión. Me sentí como un astro de las películas".
¿Y el lugar?
Las olas de Nuquí aguantan. Son grandes y tienen la fuerza como para llevar a los hombres en su cresta. Y por eso es uno de los lugares para hacer surf en el país.
"Nuquí es uno de los sitios con las mejores olas, no está congestionado de deportistas y tiene el espacio para que se compita. Es un paraíso para ellos y para todos", comenta Guillermo Gómez, del hotel El Cantil, la sede de Adriano y sus compañeros para una sesión fotográfica de la empresa Oakley, que patrocina al brasileño y sacará un calendario con el paisaje chocoano y la actuación de Suoza. "Vieron las fotos en internet y les encantó. No es el primer grupo profesional que viene a Nuquí, sí el más grande", explica Gómez, quien dice que más de un centenar de surfistas han llegado a esas playas.
La idea es hacer de Nuquí, embutido entre el cabo Corrientes y la ensenada de Utría, una fortaleza para los surfistas, no solo extranjeros, sino de los lugareños y que aprendan a ganarse la vida sobre las olas.
"Aquí llegan surfistas de Europa, Estados Unidos y América. Pero la idea es que la gente del lugar aprenda, se conviertan en potencia. En el Cantil le enseñamos a jóvenes de la comunidad a surfear para que hagan parte de esta economía", comenta Gómez, quien también le jala a correr olas encima de la tabla, como lo hace un pueblo, como lo hace Nuquí.
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