Tras casi cinco meses, el Gobierno y las Farc se pusieron de acuerdo para ampliar los mecanismos de participación política en el país sin ir en contravía de la Constitución de 1991. Esta fue la firma de otro acuerdo parcial que tampoco le abrió la puerta a una constituyente.
En palabras del constituyente Iván Marulanda, lo que hicieron los negociadores fue "desarrollar el espíritu de la Constitución en cuanto a los mecanismos de participación democrática".
Prueba de ello es que los 15 temas acordados, contenidos en el punto de Participación Política, profundizan lo que fue consagrado en 1991. Uno que se anheló conseguir hace 22 años, y que fue pactado ayer, fue el estatuto de la oposición, tal y como lo reconoció Humberto de la Calle, jefe negociador del Gobierno.
Principalmente en La Habana se convino la creación de mecanismos de participación política para las minorías que viven en las zonas más apartadas y de conflicto, que tendrían una representación especial en la Cámara de Representantes; la legislación para una participación ciudadana eficaz y la verificación de la misma. Llama la atención que de entrada las partes ya hablan de la creación de un nuevo movimiento que deberá surgir del tránsito de las Farc a la vida política.
Esta es la sustancia de lo acordado entre Gobierno y Farc, respecto del segundo punto de la agenda.
1. EL nuevo ESTATUTO DE LA OPOSICIÓN
Dice el acuerdo: "se establece que se convocará en un evento nacional a los movimientos políticos para integrar una comisión que defina los lineamientos del estatuto de garantías para los partidos que se declaren en oposición". Al respecto, Jaime Fajardo Landaeta, constituyente y desmovilizado del Epl, aseguró que sí fue un anhelo de la Constitiyente la creación de un estatuto de la oposición. "Lo más positivo es que este estatuto se hará concertadamente. Se va a llamar a los partidos políticos y a la gente que está en la oposición para que consoliden ese estatuto de la oposición".
2. CIRCUNSCRIPCIONES TRANSITORIAS ESPECIALES
Sobre este punto se busca: "promover la integración territorial y la inclusión política de zonas especialmente afectadas por el conflicto y el abandono, de manera que durante un periodo de transición estas poblaciones tengan una representación especial de sus intereses en la Cámara de Representantes".
Al respecto, Fabián Sanabria, director del Instituto Colombiano de Antropología, calificó como un logro que se haya pactado lo anterior ya que "en una democracia moderna el gobierno de las mayorías proteje a las minorías; es una muestra de voluntad democrática que esto se haya acordado, porque un escenario de posconflicto tiene que llevar a una equidad política". Sin embargo, Feliciano Valencia, del Consejo Regional Indígena del Cauca, precisó que este punto hay que evaluarlo "porque hay unas zonas, declaradas rojas, donde se desarrolla el conflicto en toda su intensidad y ellas necesitan las garantías para la participación política, pero también necesitan garantías electorales los movimientos sociales, populares y étnicos que están actuando en todo el territorio; que estas zonas no se dejen solas".
3. un movimiento para las farc en democracia
Según lo pactado "se acordó un sistema integral de seguridad para el ejercicio de la política (...) para así fortalecer y profundizar la democracia y contribuir a crear un clima de convivencia y tolerancia, y de manera especial del nuevo movimiento que surja de las Farc – Ep a la actividad política legal". Este que es el principal acuerdo que deba de surgir tras la firma de la paz, tal y como lo ha explicado Humberto de la Calle y como ayer lo reiteró Fabián Sanabria: "El principio fundamental de los acuerdos es cambiar balas por votos".
Diego Corrales, especialista en temas electorales, si bien criticó que en el acuerdo no se especifique cuáles serán las zonas donde se hará la circunscripción especial, consideró significativo este punto "porque el Gobierno no les entrega ni curules en el Senado ni en la Cámara, ni se da la Constituyente, pero las Farc logran tener, con otra figura, una participación en un posible Congreso".
4. cambios institucionales para crear partidos
Este tema tiene como objetivo "consolidar la paz se harán cambios institucionales para facilitar la constitución de partidos políticos y el tránsito de organizaciones y movimientos sociales con vocación política para su constitución como partidos o movimiento políticos".
Punto que coincide, según Iván Marulanda, en ahondar en los instrumentos de participación popular que fueron consagrados en la Constitución de 1991, pero que "nunca los ha desarrollado el Congreso porque cayó en manos de la clase política tradicional que nunca quiso hacer una apertura al debate democrático".
5. crear una nueva misión electoral
"Para hacer una revisión integral de la organización y el régimen electoral". Misión que dará, según Humberto de la Calle, unas recomendaciones basadas en las mejores prácticas nacionales e internacionales para actualizar la normatividad electoral, en un escenario de posconflicto.
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