El cargamento de papel salió de Cartagena el martes 1 de abril y llegó ayer a Caracas, once días después. Dos de ellos esperando para cruzar la frontera y otros seis padeciendo los trámites de un recargado viacrucis de nacionalización, pese a todas las gestiones previas para cumplir con los requisitos legales.
Este papel, vital para el funcionamiento de la prensa, fue recibido con pancartas y aplausos en su destino final, por los trabajadores de los diarios El Impulso, El Nacional y El Nuevo País. Los tres son los directamente beneficiados con el envío de los periódicos colombianos que acogieron la iniciativa de la Asociación Colombiana de Editores de Diarios y Medios Informativos (Andiarios).
Fueron 52 toneladas (73 rollos de papel) que servirán para 15 días de impresión. Un mero alivio a la escasez de un insumo esencial, pero más que eso, un hecho de gran simbolismo.
Ese aporte solidario sin precedentes formará parte de la historia de la defensa de la libertad de información en América Latina, como principio democrático y soporte de otras libertades y derechos ciudadanos.
Con este gesto, los diarios colombianos llamaron la atención de todo el continente sobre la asfixia a la que está siendo sometida la prensa del vecino país, a la que se le niegan las divisas para importar papel.
Una escasez de divisas que obviamente afecta a diversos sectores como el de bienes de consumo doméstico, medicamentos, autopartes, tiquetes aéreos, pero que no es fácil de entender, pues Venezuela recibe anualmente más de 92 mil millones de dólares por la exportación de petróleo, aunque tiene que importar casi todo lo que consume. Y esta es una de las múltiples razones de su crisis económica.
Sin embargo, la restricción de divisas para las empresas periodísticas, en particular para las opositoras del régimen, ha sido especialmente crítica desde 2012, cuando el papel periódico fue retirado de la lista de bienes prioritarios.
Ante la imposibilidad de hacer nuevas importaciones, las existencias de papel se han ido agotando, de tal manera que 13 periódicos han dejado de publicarse y otros 17 han reducido su paginaje al mínimo posible.
Es una crisis real, reconocida por las agremiaciones de periodistas, y que motivó que los afiliados en Colombia a Andiarios lanzaran la campaña "Todos somos Venezuela. Sin libertad de prensa no hay democracia", que fue acogida por diferentes asociaciones de diarios del continente.
Las publicaciones realizadas en las páginas especiales de esta campaña y este primer envío de papel han motivado a esas agremiaciones a seguir apoyando con iniciativas similares a sus colegas venezolanos, en actitud que contrasta con la posición asumida por los dirigentes políticos de los países latinoamericanos y de parte de la comunidad internacional.
Al tiempo que los diarios colombianos contemplan un segundo préstamo de papel, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) exhortó a los diarios de todo el continente a sumarse a esta campaña.
Un hecho que ha dejado de ser simbólico, para contribuir de manera efectiva a preservar el trabajo de la prensa en Venezuela, que como lo puso de relieve el periodista de El Colombiano, Nelson Matta, que acompañó el recorrido macondiano de las tractomulas: "el mejor periodismo es el que se hace en condiciones adversas".
EL PAPEL FORMA PARTE DE CAMPAÑA MEDIÁTICA PARA DESPRESTIGIAR EL GOBIERNO DE MADURO
Por ALBERTO ARANGUIBEL
Analista de medios, asesor en comunicaciones y escritor del libro Reflexiones Chavistas.
Lo que sucede con el tema del papel periódico en Venezuela es que nosotros estamos inmersos en una realidad muy particular, determinada fundamentalmente por una guerra económica y mediática de los sectores políticos opositores y que están articulados, como ha quedado en evidencia, para tratar de deslegitimar y desacreditar al gobierno revolucionario que preside Nicolás Maduro.
En este contexto se ha dado un fenómeno que tiene ribetes de muy clara manipulación por parte de algunos propietarios de medios como El Nacional y El Impulso.
Ellos han argumentado que su situación es tan precaria que estarían al borde del cierre por falta de papel. De hecho, dos días antes de las marchas que detonaron toda la violencia que ha mantenido en tensión a nuestra sociedad durante dos meses, la protesta que había era la de los periodistas de El Nacional, con la denuncia sobre la supuesta carencia de papel.
Se ha demostrado, por parte de la diputada Tania Díaz, en la Asamblea Nacional, de la Comisión de Medios, que ha habido regularidad en el otorgamiento de las divisas e incremento con relación al año 2012.
Esa misma Comisión detectó que ha habido malos manejos con esas divisas para crear un mercado negro del papel que ha afectado a periódicos más pequeños. Y de eso no están hablando ni la SIP ni los diarios.
