Son 25 finalistas y cinco categorías: Historia y política del siglo XIX, Historia y política del siglo XX, Artes populares y periodismo, Artes, ciencias y humanidades y Deportes.
El resultado se conocerá en un especial de dos horas que emitirá History Channel con la presentación del actor Nicolás Montero, en un formato que ya se ha visto en México, Argentina, Portugal, Chile, Inglaterra, Francia y Estados Unidos, entre otros países. Por ahora lo que resta es votar por los finalistas.
La pregunta es: ¿sirven estos programas para recordar nuestra historia o para distorsionarla en un país donde personajes como Gaitán es, para los más jóvenes, el personaje del billete de mil y Policarpa Salavarrieta termina siendo solo la protagonista de una serie de televisión?
Incluso, es una apuesta por el conocimiento que, sobre su historia, tienen los colombianos, porque para votar habría que saber quién es y qué hizo Gustavo Rojas Pinilla, por ejemplo. O cuál es la importancia de Antonio Nariño. Incluso algunos personajes más cercanos en el tiempo, como Alejandro Obregón o Lucho Herrera pueden escapar del conocimiento de generaciones más jóvenes. Y eso para mencionar solo algunos de los finalistas.
Debatir, enseñar, reflexionar
Para el historiador y crítico de cine Oswaldo Osorio, este tipo de iniciativas lo que logran es prolongar lo que los historiadores llaman la Historia del Bronce.
"Es una idea caduca en la que se piensa que son individualidades las que hacen la historia y olvida el qué pasó y por qué pasó para centrarse en el quién", sostiene este académico.
Tampoco convence al historiador José Ángel Hernández, docente en la Universidad de la Sabana, para quien el programa tiene más de reality que de estudio con método científico.
"En la sociedad actual no se fomenta el conocimiento del pasado, ni siquiera del inmediato. Incluso seguramente del propio Uribe, dentro de 200 años, no sabremos más de él. El desconocimiento de la historia del país es impresionante, pese a lo joven que es Colombia y somos capaces de votar a Juanes", opina.
Para el actor Nicolás Montero, conductor del programa la idea es invitar al debate. "Todo lo que lleve a los colombianos a pensar en su historia, a mí me parece que es un gran proyecto", argumenta, a la par que sugiere, en defensa del programa, "no matar el mensajero".
Incluso, una vez se conozca el ganador, sería propicio abrir espacios para la reflexión y a preguntas: ¿cómo es el acercamiento a nuestra historia?, ¿de verdad la están estudiando en los colegios?, ¿es importante para el colombiano saber de su pasado?
"Reflexionar sobre Colombia, sobre lo que fuimos y deseamos ser", apunta Montero.
Argumentarán algunos más que no están todos los que son, ni son todos los que están y será totalmente cierto. Pero la que está servida es una opción para dejar claro lo poco que sabemos de nosotros mismos.
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