En el segundo piso de la amplia sede las caras de quienes estaban allí resumían lo que sucedía en la puesta en marcha de la temporada verdolaga.
Luis Fernando Suárez, a veces serio y en otras a las carcajadas, le tomaba el pelo al Chicho Serna y a Diego León Osorio.
"Véame la pinta de saco y corbata y yo con unos colegas que tienen la ropa con huecos", les decía a risotadas, al par de empresarios que están empeñados en poner a Humberto Mendoza en River Plate de Argentina.
Patricia Zuluaga, una de las secretarias que trabaja con el cuadro nacionalista desde de la Copa Libertadores de 1989, disfrutaba con el ingreso de los jugadores que volvían de vacaciones.
"Patri, es con mucho gusto", le dijo Sergio Galván Rey, quien depositaba en su mano un rico alfajor argentino. Otras dos cajas quedaron en poder de sus compañeros.
En un salón contiguo, Humberto Mendoza, Marlon Piedrahíta y Carlos Díaz esperaban que el presidente Víctor Hugo Marulanda abriera la puerta de su oficina que estuvo cerrada durante cinco horas.
Mientras tanto, abajo, en la planta de la enorme casa, un enjambre de periodistas, eran 22, buscaba la forma de hablar con los portadores de las nuevas noticias del verde.
Al fondo, como si se tratara de un secreto, pero en ese momento a voces, en la última de las habitaciones varios especialistas de diversas áreas médicas realizaban las valoraciones antropométricas y visuales a la plantilla de jugadores que le ponía la cara al primer día de trabajo.
A medida que se cruzaban los umbrales, en medio de fotos del equipo de todas las épocas, aparecían algunas de esas caras que estaban colgadas en las paredes.
"Se acuerda profe cuando estuvimos en el torneo de Toulón y salimos campeones", le recordaba uno de esos rostros nuevos, Andrés Felipe Orozco, al técnico Suárez, quien disfrutaba con los recuerdos de lo que fue un seleccionado juvenil de Colombia de la categoría sub-21.
Mientras ellos hablaban animadamente, surgió la inconfundible figura de Lorenzo Carrabs, uno de los que están "colgados" en los cuadros, para echar atrás la máquina del tiempo y recordar ese Nacional de los ochenta en los que compartió con el técnico Suárez, quien fue presentado a la plantilla.
"Este equipo le ganó a Millos 1-0 con gol de Brown", contó el ex portero que hizo cuitas junto a su fórmula técnica.
En una mañana, Nacional tomaba nuevo camino. Se hacían planes como el viaje a la pretemporada en San Andrés, del 16 al 23 de este mes, y el posterior desplazamiento a Bogotá para jugar la Copa Cafam.
El técnico Suárez agudizaba los sentidos para no perder detalle, preguntarle a los jugadores por su forma y de lo que se hizo en vacaciones. En tanto los medios, como si fuera un bloque de búsqueda, intentaba el contacto con Orozco, igualmente con el estratega que volvió a la casa y con el presidente Marulanda que, sobriamente vestido, contaba las novedades y ofertas por Mendoza. Apenas como para arrancar.
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