Este jueves se llevó a cabo el segundo día del encuentro regional para la paz que convocó a la población de los Montes de María en torno a un diálogo con el alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo, sobre sus propuestas para el proceso de paz que se desarrolla en la Habana.
El objetivo de estos encuentros es reconocer la importancia de la región en las negociaciones entre el Gobierno y las Farc.
Aunque la mayoría de los asistentes al encuentro, fueron víctimas del paramilitarismo, expresaron su preocupación por atender a todas las personas que han sufrido la guerra. La población manifestó que deben tenerse en cuenta la características de cada víctima de cada región y de cada victimario para hablar de reparación.
Desde la oficina de derechos humanos de la Fundación Montes de María, se expresó la inquietud por la manera como se está ejecutando esta reparación señalando que a la mayoría de las personas que resistieron en las regiones las están incluyendo como desplazados impidiendo el acceso a distintos programas.
Otra de las problemáticas que expresó la comunidad es su temor por la posible salida de los jefes paramilitares a la libertad. Muchos afirmaron que no creen en la Ley de Justicia y Paz y que su miedo es que retorne la violencia y ellos tengan que vivir de nuevo el sufrimiento.
La justicia también es otra de las inquietudes de las comunidades ya que aseguran que todas las instituciones se deben articular para que exista la seguridad y la garantía de que lo que vivieron no se va a repetir.
La economía y los proyectos productivos se deben impulsar más, según expusieron los integrantes de estas mesas de trabajo, de igual manera afirmaron que su principal inconformidad es que mientras exista la ruptura del tejido social, no se podrán realizar las acciones que buscan el posconflicto.
Finalmente, los líderes de la región pidieron respeto por los procesos sociales de la zona, que han permitido distintas iniciativas en torno a la reconstrucción de los territorios.
Los encuentros regionales irán por 12 regiones que han sufrido de manera directa el conflicto, la región que sigue en estos espacios es Caquetá.
