Para la comunidad de Vigía del Fuerte, la inauguración de su parque temático Saberes Ancestrales fue un motivo de fiesta. Por lo que significa en términos de presencia del Gobierno en una región históricamente olvidada, donde las obras públicas han sido casi nulas, y por lo que implicará para su futuro, en la utilización de nuevos espacios para múltiples actividades de aprendizaje, recreación y encuentro.
Con el Parque Educativo Saberes Ancestrales, la Institución Educativa Embera Atrato Medio, la Plaza de las Sombras y el Multideportivo se cumplen programas largamente anhelados por la población e incluidos en el Plan Municipal Integral en el que la Gobernación invierte 26.000 millones de pesos.
Son obras que despiertan un gran entusiasmo entre los jóvenes, no sólo porque por fin son tenidos en cuenta, sino porque les abrirán nuevas oportunidades para aprender y socializar.
Considerar la educación como una estrategia de desarrollo es una propuesta que ha ido calando entre las administraciones departamentales y municipales y ojalá en algún momento pudiera concebirse como un propósito indeclinable de todo gobernante.
Y esta dimensión que se le da a la educación como elemento fundamental para romper los círculos viciosos de la pobreza y potenciar la capacidad congnitiva y de desarrollo de los jóvenes, para superar sus propias condiciones de desigualdad, tiene que estar acompañada de obras singulares, de proyectos como estos que dignifiquen la vida de la población.
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