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Alejandro Lerner vuelve con sus clásicos, pero con otros sonidos
El cantante argentino presentará esas nuevas versiones en su concierto en Bogotá esta semana. No ve la hora.
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Alejandro Lerner (65 años) lanzó su primer disco hace cuatro décadas. Hoy festeja estar vivo y seguir vigente. FOTO cortesía
31 de octubre de 2022
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Para Alejandro Lerner la pandemia llegó con mucho trabajo y emociones encontradas. “Fue muy raro, como para la toda la humanidad”, cuenta en esta conversación con EL COLOMBIANO antes de su concierto en Bogotá el próximo 4 de noviembre en el Movistar Arena, en el que compartirá escenario con Diego Torres y Bacilos y en el que trae nuevas canciones y otros éxitos renovados.
Sin poder salir de gira hizo muchos streamings y compuso una canción llamada Un día, “que era pedirle a Dios que esto algún día se terminara, que pudiéramos volver al trabajo, tomarnos un café. Lo que hoy llamamos ‘nueva normalidad’ creo que todavía no es normalidad, aún estamos muy heridos por todas las cosas que hemos vivido. A todos nos tocó tomar decisiones, desde cambiar de trabajo, de país, los que querían volver, los que se querían divorciar, los que se querían declarar. Nos empujó a darnos cuenta que el tiempo es fundamental y que hay que vivirlo lo más parecido a lo que uno quiere”. Lerner también perdió a uno de sus grandes amigos: Armando Manzanero.
Esa pérdida de Manzanero fue muy fuerte...
“Voy a extrañar por el resto de mi vida a ese hermano mayor, era como mi papá. A Armando Manzanero, lo tuve en frente, a dos pianos, yo honrándolo a él y él honrándome a mi, es una pérdida que no tiene dimensión”.
Si no la vio: La última entrevista de Armando Manzanero en EL COLOMBIANO, dos meses antes de su muerte.
Y se embarca de nuevo en una gira que llega a Colombia, ¿qué recuerdos tiene del público de este país?
“Colombia es mi hogar, ya lo tengo adoptado. Cuando escucho el acento colombiano me siento como en casa, tengo tantos amigos y he recorrido tanto ese país que tanto quiero. Recuerdo cuando fui con Armando Manzanero a Bucaramanga, hicimos el concierto a dos pianos, haber tocado con Pablo Milanes en Bogotá, los conciertos en Medellín. Colombia es infaltable. Después de dos años de no girar, volver a salir y empezar por Colombia con el disco nuevo es maravilloso, es un premio y estoy muy entusiasmado”.
Y va a compartir escenario con amigos como Diego Torres y Bacilos...
“Estamos en la era de compartir, después de haber estado tan aislados, tan solos y tan angustiados, este es el momento de celebrar lo que sí tenemos en común, lo que sí podemos compartir: la libertad de subirnos a un escenario, tener un micrófono, cantar para la gente. Estoy tan contento de llevar a mi banda y estar con Bacilos, con Diego, si sale algo de que nos podamos juntar a cantar, no lo quiero prometer, pero sí me encantaría que sucediera”.
Y llega con nuevas versiones de sus éxitos...
“He tratado de incorporar nuevos ritmos, sonidos y tecnología, entonces tengo encuentros con todos los chicos de ‘veintipico’ de años para grabar mis canciones de nuevo. El primero fue Rusherking con Después de ti ya no hay nada en una versión súper fresca. Luego hicimos un dueto con el dúo MYA con la canción Amarte así y acabamos de lanzar la versión de No hace falta que lo digas con Mau y Ricky. Valoro mucho lo que está pasando con esta generación, son muy unidos, muy distinta a nosotros que veníamos de la dictadura militar, había peleas entre el rock y lo melódico, por ejemplo, pero estos chicos se ayudan, se acompañan, se juntan a componer y ellos nacieron con la posibilidad de ser globales, nosotros no tuvimos eso. Nosotros nacimos tocando en los pubs para nuestros amigos, la familia, después un poco más y así, y hoy cuatro décadas se cumplen de mi primer álbum. Lo que se viene es un montón de canciones que han surgido en este último tiempo también y homenajear canciones que han sido fundamentales como Todo a pulmón, Volver a empezar, que han tenido una trascendencia multigeneracional, han traspasado los tiempos y las generaciones”.
Ha vivido la música desde muchos frentes, ¿cómo ha vivido todos esos cambios tecnológicos?
“Creo que la tecnología fue fundamental durante la pandemia, sobre todo las personas más mayores se acostumbraron al Zoom, a las distintas plataformas que teníamos para comunicarnos, al teléfono con cámara, pudieron sentirse un poco menos aislados. Yo soy un hombre tecnológico, he construido un estudio gigantesco en Argentina, otro en los Ángeles y ahora uno nuevo que se llama La mano que es un laboratorio lleno de juguetes, de arpas y de guitarras, bajos, acordeones, pedales de guitarra, órganos, pianos de cola, es una nueva locura que acabo de inaugurar cuando se terminó la pandemia. La pandemia nos dio una verdadera noción de lo que es la libertad, sobretodo cuando nos faltó y nos pudimos dar cuenta las cosas que sí podemos hacer, en qué podemos sí ser libres, para expresar, para ayudar, para compartir, para acompañar a gente que lo necesitaba, para eso siempre fuimos libres
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