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Primer año de Joe Biden en la Casa Blanca: una luna de miel que duró poco
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Joe Biden cumple su primer año como presidente de Estados Unidos. FOTO EFE
19 de enero de 2022
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El tiempo avanza rápidamente y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, cumple este jueves 20 de enero su primer año en la Casa Blanca. Tras derrotar al republicano Donald Trump y asumir el gobierno con la primera vicepresidenta mujer de la historia, Kamala Harris, los días de halagos para el demócrata duraron poco y ahora vive una caída en su popularidad, marcada por obstáculos en el Congreso para hacer realidad sus promesas.
Menos de la mitad de los estadounidenses aprueban la gestión del mandatario de 79 años que desde ya está pensando en la reelección: 45% aprueban su administración y 50% la desaprueban. Exactamente un año atrás, ese primer componente estaba en 55%, mientras el segundo era del 32%, de acuerdo con los datos de la encuesta Ipsos.
Biden asumió el Despacho Oval con la promesa de tener mano amiga con la migración, hacer frente a la pandemia y recuperar la economía, pero una retahíla de obstáculos se le han interpuesto en el camino, frenando su objetivo de llevar a buen término las iniciativas que tuvo en campaña: los pasos fronterizos están saturados, las nuevas variantes de la covid-19 amenazan la reactivación y la inflación está llegando a récords.
Unos 1,7 millones de indocumentados fueron identificados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos en el año fiscal 2021 y más de 252.000 migrantes fueron interceptados entre enero y noviembre en México, frenando su deseo de cruzar hasta la tierra prometida de los desplazados internacionales de América.
Al comienzo de su mandato entregó la gestión de la frontera sur del país a Kamala Harris, una vicepresidenta de ascendencia migrante y afro que prometió entender los embates de la movilidad humana en una de las fronteras más vigiladas del mundo, empero, las caravanas siguieron saliendo, las personas se quedaron en el intento de cruzar y el sistema de inmigración mantuvo el declive que traía desde la administración Trump.
En las relaciones internacionales con países de otras regiones las cosas tampoco andan bien: la salida de las tropas de Estados Unidos de Afganistán resultó en una retoma del poder del régimen talibán y, con esto, un retroceso en materia de Derechos Humanos y una nueva emergencia migratoria del globo; la comunicación con Rusia está rota y su aliado Ucrania asegura que está en riesgo de invasión.
Por estos días Joe Biden ha intentado emprender una reforma electoral desde el Congreso, que facilitaría el acceso al voto a las comunidades afro que son, justamente, un grupo poblacional que acostumbra apoyar a los demócratas por encima de los republicanos, pero dos senadores de su partido rechazaron esa iniciativa. La apretada mayoría que tiene en la Cámara de Representantes y el empate 50-50 con sus detractores en el Senado le han impedido llevar a buen término sus planes.
Como si fuera poco, la inflación está batiendo récords. En enero, ese indicador fue del 7%, alcanzando el mayor nivel desde 1982, y la tasa de aumento del índice de precios al consumidor fue del 6,8%, una de las más altas de los reportes recientes. El incremento en los precios está presionando el bolsillo de las familias estadounidenses, incómodas por una recuperación que aún no se completa.
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