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Sin saber cuánto costará la reconstrucción, la Alcaldía de Medellín se comprometió a que en este cuatrienio volverá a funcionar el Parque Biblioteca España, un espacio que fue cerrado en abril de 2013 por desprendimientos en la fachada.
Natalia Urrego Arias, secretaria de Infraestructura, anunció ayer que el proyecto será incluido como estratégico en el Plan de Desarrollo, lo que permitirá asegurar los recursos necesarios para la obra.
“Aún no tenemos detalles de los costos, pero sabemos que serán importantes porque hay que hacer un reforzamiento de vigas y columnas, además de la fachada y la estructura metálica, que ya sabemos que se tienen que reemplazar”, dijo.
Urrego contó que cuando recibió la secretaría, el pasado 1 de enero, el alcalde Daniel Quintero le dio la instrucción de poner a funcionar la edificación. Ella se encontró con una consultoría que fue contratada en el pasado gobierno y que empezó a trabajar en octubre. Ese contrato, por $1.000 millones, es ejecutado por la firma Consultoría y Construcciones Civiles Ltda.
“Nos reunimos con los arquitectos e ingenieros y ellos nos pusieron sobre la mesa tres opciones (para la recuperación) y elegimos una en la que se redistribuyen los espacios y se incorpora un makerspace, un espacio para crear cosas, alineadas con la estrategia de valle del software”, agregó.
Desde esta semana los expertos que participan en el proyecto empezarán a crear los planos y diseños de detalles y, con base en esa información, se hará el cálculo de costos. Urrego prevé que la consultoría se extienda hasta agosto y ahí se inicie el proceso de licitación.
Sobre el diseño, Urrego aseguró que buscarán que sea lo más similar posible a la estructura que hizo icónico el parque. “Pero es claro que la estructura metálica, ese armazón que está, hay que retirarlo porque presenta corrosión. Y que las losas de piedra tampoco se pueden usar”, precisó.
La construcción comenzaría en 2021 y debería estar lista para 2022, según los cálculos de la alcaldía.
Urrego dijo que la reconstrucción del parque biblioteca será un proceso distinto a las demandas que están en curso contra quienes diseñaron y construyeron el parque biblioteca, que costó $15.152 millones y apenas alcanzó a operar durante siete años.
Esos procesos están en cabeza de la Secretaría General de la Alcaldía. EL COLOMBIANO consultó a esa dependencia para conocer el estado de las demandas, pero respondió que por ahora no era posible incluir esa información.
Sergio Alejandro Mazo, secretario General de la Empresa de Desarrollo Urbano de Medellín, EDU, —entidad que fungió como contratista en la construcción y diseño de la estructura— explicó que la entidad afronta dos procesos judiciales relacionados con esta estructura.
Uno de ellos, dijo, está en etapa probatoria. “Aquí la firma constructora es la demandante, y el proceso tiene que ver con controversias contractuales. Sus pretensiones suman $3.628 millones”, explicó.
En el otro proceso la EDU demandó a los constructores, diseñadores e interventores del proyecto, e incluso invocó a las aseguradoras.
“Este proceso está en etapa de resolución de un recurso de apelación en el Consejo de Estado. Nosotros tenemos un llamado por garantía y nuestras pretensiones son de $11.042 millones”, agregó.
A todo esto se suma una investigación que adelanta la Contraloría de Medellín por el presunto uso indebido de un anticipo por $3.000 millones que la Alcaldía le entregó al consorcio Obras Medellín 2015 para la “intervención y repotenciación de la estructura y construcción de fachada” del parque.
El acta de terminación de ese contrato se firmó el 29 de mayo de 2019, como lo confirmó la entonces secretaria de Infraestructura, Paula Palacios, quien antes de su salida señaló que el costo estimado de la repotenciación del parque, que está conformado por tres edificios, era de $20.000 millones, unos $5.000 millones más de lo que costó construirla.
Una biblioteca sin sede
Jhon Freddy Ospina, vendedor y vecino de la biblioteca, celebró que “al menos hagan alguna cosa porque eso ya es un elefante blanco. Yo vine cuando se empezó a dañar la fachada y nos dijeron que era por material muy malo. Por eso la comunidad se mantiene muy triste y para nosotros era un servicio muy importante”.
Luz Mary Ríos, otra vecina de la zona, señaló que los niños y jóvenes del barrio necesitan nuevos espacios y oportunidades educativas. “Ojalá tenga zonas para la lectura, información, no solamente la ludoteca”, añadió.
Ninguno de los dos entiende cómo una estructura que atrajo la atención del mundo, que fue inaugurada con la presencia de los reyes de España y que se convirtió en imagen de la ciudad, lleva casi una década reducida a telas negras y varillas oxidadas.
Lina Gaviria, secretaria de Cultura de Medellín, explicó que ante la imposibilidad de usar la estructura se implementó un programa de biblioteca itinerante que, tan solo el año pasado, realizó 903 actividades que impactaron a más de 14.000 personas.
“Estamos tejiendo comunidad. Es una biblioteca que no tiene muros, pero llega a esas personas. Y este año queremos llevar 25 programas a las casas de la cultura, bibliotecas comunitarias y jardines infantiles”, aclaró .