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Reviva el despegue del primer cohete tripulado de SpaceX

  • Histórica plataforma de lanzamiento 39A, en el Centro Espacial Kennedy, en Florida. FOTO AFP
    Histórica plataforma de lanzamiento 39A, en el Centro Espacial Kennedy, en Florida. FOTO AFP
  • Los astronautas de la NASA Bob Behnken, de 49 años, y Douglas Hurley, de 53. FOTO GETTY IMAGES / AFP
    Los astronautas de la NASA Bob Behnken, de 49 años, y Douglas Hurley, de 53. FOTO GETTY IMAGES / AFP
30 de mayo de 2020
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Los astronautas estadounidenses Bob Behnken y Doug Hurley despegaron este sábado del Centro Espacial Kennedy, en Florida, a bordo de un cohete de SpaceX. Es la primera vez que una empresa privada de Estados Unidos logra concretar una misión de esta naturaleza para la Nasa.

El cohete Falcon 9, de la compañía creada por Elon Musk, despegó según lo previsto, a las 15H22 (19H22 GMT, 2:22 p. m. en Colombia), y puso en órbita sin inconvenientes la cápsula Crew Dragon unos diez minutos después.

Luego de lograr su tarea de extraer a los dos astronautas de la gravedad terrestre, la primera etapa del cohete de 70 metros se separó de acuerdo a lo previsto, y regresó para posarse, en vertical, sobre una plataforma en Florida. SpaceX es la única empresa en el mundo que puede recuperar sus cohetes de esa manera.

Después, la segunda etapa del Falcon 9 puso la cápsula Crew Dragon en la órbita adecuada para llegar a su destino, la Estación Espacial Internacional (ISS), que vuela a 400 km por encima de los océanos, a más de 27.000 km/h.

Una cámara transmitió el interior de la cápsula en directo, mostrando a los dos hombres ajustados a sus asientos durante el ascenso supersónico.

“Felicitaciones (...) por este primer viaje tripulado para Falcon 9, fue increíble”, dijo el astronauta Doug Hurley, comandante de la nave, cuando la cápsula Dragon alcanzaba ya 27.000 km/h, a unos 200 km de altura.

Siga la transmisión en vivo de la Nasa:

Los dos hombres llegarán a la ISS el domingo, a las 14H29 GMT. Behnken y Hurley se sumarán allí a sus residentes, el astronauta Chris Cassidy y a los cosmonautas Anatoly Ivanishin e Ivan Vagner.

La duración de la estadía de Behnken y Hurley en la ISS no ha sido determinada aún, pero Crew Dragon puede permanecer 114 días (16 semanas) en el espacio. Jim Bridenstine, el administrador de la NASA, indicó que podrían regresar a la Tierra a principios de agosto.

El presidente estadounidense, Donald Trump, asistió en persona al lanzamiento, a unos kilómetros de distancia. “Verdadero talento, verdadera genialidad, nadie hace esto como nosotros”, dijo.

El cohete despegó desde la plataforma de lanzamiento 39A, la misma que utilizó el Apollo 11, la histórica misión de 1969 que posó por primera vez al hombre en la Luna.

La misión se desarrolló en medio de las restricciones impuestas para contener la pandemia del nuevo coronavirus, lo que obligó a los tripulantes a permanecer en cuarentena durante más de dos semanas y someterse a múltiples exámenes de covid-19.

Podría ver en imágenes: SpaceX hace historia con el cohete Falcon 9

Los astronautas de la NASA Bob Behnken, de 49 años, y Douglas Hurley, de 53. FOTO GETTY IMAGES / AFP
Los astronautas de la NASA Bob Behnken, de 49 años, y Douglas Hurley, de 53. FOTO GETTY IMAGES / AFP

Hora clave para SpaceX

Desde que puso fin a su programa de transbordadores espaciales, la Nasa debió pagar a Rusia para utilizar sus cohetes Soyuz y llevar a astronautas estadounidenses al espacio.

Esta misión de la cápsula Crew Dragon, llamada “Demo-2”, resultará clave para SpaceX, compañía que Musk fundó en 2002 con el objetivo de desarrollar una alternativa de menor costo para los viajes espaciales tripulados.

Para 2012, logró convertirse en la primera empresa privada en acoplar una cápsula de carga a la ISS, y desde entonces ha proporcionado con regularidad servicios de reabastecimiento a la estación.

Dos años después, la Nasa le encargó adaptar esa cápsula para el transporte de astronautas, para lo que pagó más de 3.000 millones de dólares a SpaceX, que debía diseñar, construir, probar y operar una cápsula que pudiera reutilizarse para seis viajes de ida y vuelta al espacio.

SpaceX realizó en marzo del año pasado la primera prueba de fuego de su cápsula -Crew Dragon- piloteada por Ripley, un muñeco cubierto de sensores cuyo nombre alude al personaje interpretado por Sigourney Weaver en la película “Alien”.

El proyecto ha sufrido demoras y contratiempos de todo tipo, desde explosiones hasta problemas con paracaídas, pero así y todo SpaceX superó a su competencia, el gigante aeroespacial Boeing, que desarrolla en paralelo su cápsula Starliner.

Podría interesarle: Al espacio en primer vehículo privado

Siga el cubrimiento en español del museo interactivo Parque Explora - Planetario de Medellín, en asociación con el Observatorio Astronómico de la Universidad Sergio Arboleda.

¿Es un vuelo histórico?

No solo es un vuelo icónico porque hace años que la Nasa no envía astronautas al espacio desde suelo estadounidense. También es el primer vuelo tripulado de privados, cuenta Julián Mauricio Arenas, gerente de Cipsela Corp y cofundador del pregrado de Ingeniería Aeroespacial de la Universidad de Antioquia.

A diferencia de los transbordadores espaciales que funcionaron desde los años 80 hasta entrado el 2000, con esta misión los Estados Unidos retornará a los sistemas vehiculares similares a los que utilizó en la época del viaje a la Luna. En ese entonces los protagonistas fueron los cohetes Saturno 5 con las cápsulas Apolo. Esta vez será el cohete Falcon 9 con la cápsula Dragon, explica Raúl Joya, director del Observatorio Astronómico de la Universidad Sergio Arboleda y director de la misión Libertad 1, el primer satélite colombiano lanzado al espacio en abril de 2007. Aunque hay diferencias.

Con un modelo que rescata lo mejor de Apolo con la tecnología contemporánea como los avanzados sistemas de sensores, la Crew Dragon es autónoma: no requiere de los humanos para acoplarse a la ISS. Además de una nave que por su robustez disminuye la ansiedad de la tripulación a bordo. Arenas asegura que su autonomía es un indicador más de que los vuelos comerciales al espacio están a la vuelta de la esquina.

“Este es un paso representativo para la revolución comercial en el espacio, ahora no solo las agencias espaciales tienen la capacidad de ir, las empresas privadas también”, asegura Arenas. De hecho, para esta misión el centro de control no está en Houston, sino en California, justo en las instalaciones de Space X. Es una alianza público-privada. La Nasa ha trabajado así siempre, con otros, si bien la compañía de Musk podría hacerlo sola en cualquier momento.

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