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Al final de la COP21, el mundo espera acuerdos

Hoy es el último día de la reunión mundial, y al cierre de esta edición hay avances, pero persisten algunas discrepancias entre los negociadores.

  • Marcha en Bogotá pidió compromisos contundentes de las potencias mundiales en la Cumbre del Clima, con máscaras de Barack Obama (E.U), Vladimir Putin (Rusia) y Xi Jinping (China). Foto reuters
    Marcha en Bogotá pidió compromisos contundentes de las potencias mundiales en la Cumbre del Clima, con máscaras de Barack Obama (E.U), Vladimir Putin (Rusia) y Xi Jinping (China). Foto reuters
11 de diciembre de 2015
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El mundo asiste sorprendido al hecho de que las 195 naciones que negocian en la XXI Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP21), en París, no hayan llegado todavía a un acuerdo defintivo contra el calentamiento global tras una semana de deliberaciones.

Es así como los equipos negociadores están intentando llegar aceleradamente a un pacto, mientras el plazo para que lo hagan es ahora de solo horas. Entretanto, activistas se burlan de los líderes mundiales por considerar que durmieron durante días que la comunidad internacional ha considerado cruciales.

Con el lema “¡suficiente sueño, es hora de actuar!”, manifestantes de Oxfam protestaron en la sede de la cumbre en el sector parisino de Le Bourget, ante la aparente inacción de las potencias y los países que más contaminan frente a este problema.

Desde el martes se vienen manejando borradores que aunque no son rechazados de lleno por ninguna nación, no abordan de fondo las cuestiones más complejas de la lucha contra el cambio climático.

El negociador malasio, Gurdial Singh Nijar, dijo el miércoles que la ayuda de los países ricos hasta el momento asciende solo a “regateos mezquinos”.

Algunos avances

Ayer se presentó un borrador más conciso, pero que aún tenía frentes abiertos. Este se simplificó en 29 páginas respecto a las 48 anteriores, de las que 14 forman parte del acuerdo en sí y 15 de una decisión que lo desarrolla.

Este tuvo avances considerables: se propone como objetivo mantener la temperatura del planeta por debajo de dos grados respecto a niveles preindustriales y perseguir que no aumente más de 1,5 para evitar los peores impactos del cambio climático.

Asismismo los países se comprometen a alcanzar la neutralidad en emisiones de gases de efecto invernadero en la segunda mitad de siglo. Esto es, a no lanzar más gases contaminantes de los que el planeta pueda absorber.

Para el disgusto de muchos sectores, y para un respiro de alivio de países como E.U, India y China, en este texto, el futuro acuerdo climático que se prevé con la COP21 eliminaría el artículo 17, que establecía que los compromisos de reducción de emisiones presentados por los países fueran legalmente vinculantes.

Para conseguir que las 186 contribuciones nacionales de lucha contra el calentamiento global se cumplan sin que sean legalmente vinculantes, el texto prevé la fórmula planteada por E.U: un mecanismo de revisión de los pactos al detalle y transparente, que sí sería jurídicamente vinculante.

Además, los países expresan su voluntad de revisar esas contribuciones nacionales “al alza”, y coinciden en celebrar una cumbre en 2018 o 2019 a tal efecto, con el objetivo de que sus acuerdos de reducción de emisiones puedan actualizarse a 2020 o 2021.

No obstante, el presidente de la cumbre, Laurent Fabius (ministro de Exteriores de Francia), subrayó que “los conflictos con los que arrancó la negociación están más suavizados pero no resueltos”.

La mayoría de los 367 paréntesis del borrador se sitúan en torno a dos asuntos problemáticos: quién paga la mitigación del cambio climático en los países con menos recursos, y para quién es obligatorio cumplir los compromisos de reducción de emisiones.

¿Qué pasaría si no se logran acuerdos decisivos en contra del cambio climático? Para Pilar García, directora del Departamento de Medio Ambiente de la Universidad Externado, “sin duda entregaremos un planeta mucho peor para nuestros hijos y nietos. Hay efectos que ya son irreversibles y tanto los gobernantes como la ciudadanía actual deberíamos tomar decisiones”.

76%
de las emisiones de gases de efecto invernadero es dióxido de carbono (C02), por actividad humana.

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