<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Aplazan juicio de gallo acusado de cantar demasiado temprano

  • FOTOS AFP
    FOTOS AFP
  • Aplazan juicio de gallo acusado de cantar demasiado temprano
  • Aplazan juicio de gallo acusado de cantar demasiado temprano
07 de junio de 2019
bookmark

El juicio de un gallo acusado de cantar demasiado temprano por sus vecinos en una isla turística del suroeste de Francia fue aplazado al 4 de julio, prórroga que podría permitir una conciliación entre las partes.

La vista prevista en el tribunal de la localidad de Rochefort fue postergada por una cuestión legal. El gallo Maurice, “cansado”, no acudió a la corte este jueves, como tampoco la pareja de jubilados que interpuso la demanda.

El animal vive en la isla de Oleron, en el suroeste francés, donde sus cacareos desde el amanecer irritan a los propietarios de una residencia vecina.

Su historia provocó numerosas reacciones en Francia, incluida la del alcalde de otra localidad del suroeste, Gajac, que pidió al gobierno que declare los sonidos del mundo rural como parte del “patrimonio nacional”.

La propietaria del gallo, Corine Fesseau, dijo este jueves que estaba dispuesta a un “diálogo, siempre que no me agredan”. Acusa a los demandantes, a los que no conoce, de haber “cerrado la puerta a todo” antes del juicio.

Su abogado, Julien Papineau, aseguró antes de la vista de este jueves que “no fue posible ninguna conciliación”.

El defensor de los demandantes, Vincent Huberdeau, afirmó por su parte que sus “clientes escribieron al alcalde de Saint-Pierre-d’Oléron, Christophe Sueur, para encontrar un arreglo amistoso. Buscaron una conciliación. Piden paz y tranquilidad [...] Sólo quieren que encierren al gallo durante la noche. Es una urbanización, no estamos en medio del campo”, agregó.

Aplazan juicio de gallo acusado de cantar demasiado temprano

La disputa

La disputa opone a la propietaria del animal y residente en Saint Pierre de Oleron desde hace 35 años, con los demandantes, que viven en un entorno urbano y sólo se instalan en su residencia secundaria durante las vacaciones.

“Vienen dos veces al año a la isla”, dijo Fesseau a la cadena de televisión France 3.

“Hoy denuncian el cacareo, y mañana ¿qué será? ¿Las gaviotas? ¿El ruido del viento? ¿Nuestros acentos?”, se indignó el alcalde de Saint Pierre de Oleron, Christophe Sueur.

El caso, aunque anecdótico, ilustra a la vez los temores de que desaparezca el mundo rural en Francia, debido al declive de la actividad agrícola y ganadera y al éxodo de los jóvenes hacia la ciudad.

La creciente brecha entre las zonas rurales y urbanas quedó reflejada con el movimiento de protestas populares de los “chalecos amarillos”, que estallaron a fines de 2018.

Fesseau, quien comparecerá ante el juez en la localidad de Rochefort, amagó con llevar a su gallo, Maurice.

Aplazan juicio de gallo acusado de cantar demasiado temprano

Denuncia contra las ranas

El caso llevó al alcalde de la localidad de Gajac, en el suroeste de Francia, a publicar una enardecida carta para defender el “derecho” de las campanas de las iglesias a repicar, de las vacas a mugir y de los burros a rebuznar.

La alusión a las campanas se debe a una disputa acontecida en 2018 en un pueblo de la región de Doubs (este), donde los propietarios de una residencia secundaria se quejaron de que éstas repicaban a las 07H00, demasiado temprano a su entender.

“Cuando se critica a las campanas, se ataca a todo el pueblo”, dijo a la AFP el alcalde de Gajac, Bruno Dionis du Séjour, un granjero jubilado.

“Es humillante para una persona del mundo rural ser demandada por alguien que viene de fuera”, añadió. “Cuando voy a la ciudad, no les pido que retiren los semáforos y los autos”, prosiguió.

Su carta compara a los recién llegados a las aldeas que se quejan de los ruidos y los olores con “los ignorantes que descubren que los huevos no crecen en los árboles”.

Dionis du Séjour también hizo referencia a un caso en la región del Perigord, donde una pareja tuvo que tapar un estanque después de una demanda contra el ruidoso croar de las ranas.

El alcalde pidió al gobierno que clasifique los sonidos del mundo rural como parte del patrimonio del país.

Su demanda recibió el apoyo del diputado conservador Pierre Morel-a-L’Huissier, que representa parte de la región de Lozère (noreste).

“La vida rural se desarrolla 365 días al año. La gente vive allí y trata de ganarse la vida”, dijo a la AFP Morel-a-L’Huissier.

“Lo que es inaceptable es que quienes no son de aquí traten de imponer sus costumbres a expensas de la vida rural”, insistió.

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD