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Obispos franceses reconocieron este viernes la “responsabilidad institucional” de la Iglesia católica en los abusos sexuales a menores, una de las recomendaciones de un demoledor informe que estimó en más de 216.000 el número de víctimas de este flagelo en el país desde 1950.
Reunidos en Lourdes, al sur del país, para su encuentro anual, los prelados decidieron reconocer dicha responsabilidad y la “dimensión sistémica” de estas agresiones.
“Esta responsabilidad implica un deber de justicia y de reparación”, expresó el presidente de la Conferencia Episcopal, Éric de Moulins-Beaufort, para quien los abusos sexuales a menores tuvieron lugar por un “contexto general de funcionamiento, mentalidades y prácticas en el seno de la Iglesia”.
En octubre, la Comisión Independiente sobre los Abusos Sexuales en la Iglesia (Ciase) estimó que unos 216.000 menores fueron víctimas de sacerdotes y religiosos en Francia entre 1950 y 2020, cifra que asciende a 330.000 si se cuentan a los hechos cometidos por empleados de instituciones religiosas.
El informe de la Ciase, a pedido del episcopado y otra organización religiosa, aseguró además que hubo “entre 2.900 y 3.200 pederastas” entre los 115.000 sacerdotes o religiosos censados durante esas siete décadas y que el 80% de sus víctimas fueron menores de 10 a 13 años.
Francia siguió los pasos de Australia, Irlanda, Estados Unidos y Alemania, donde se investigó el alcance de este drama que sacude a la Iglesia desde hace décadas.
La revelación de este informe, tras más de dos años de trabajo, sacudió Francia. El presidente de la Conferencia Episcopal pidió “perdón” a las víctimas e incluso el papa Francisco expresó su “inmenso dolor” y “vergüenza” ante el alcance del escándalo.
Pero la polémica continuó tras las controvertidas declaraciones del episcopado asegurando que el secreto de confesión está por encima de la ley, incluso en caso de abusos a menores. Otro de los temas sensibles es cómo financiar las indemnizaciones.
Durante la reunión anual de obispos franceses en el centro de peregrinación mariana, que comenzó martes y debe concluir a inicios de la próxima semana.
Durante la primera jornada del encuentro, los 120 obispos escucharon a puerta cerrada a cinco víctimas, como Jean-Luc Souveton, de 45 años, quien justa mente les había pedido “que se reconozca y se pronuncie oficialmente la responsabilidad de la Iglesia”.
Entre sus 45 recomendaciones, la Ciase había urgido a la Iglesia a reconocer su responsabilidad “sistémica”, social y civil en los hechos y a poner en marcha dispositivos de reconocimiento a las víctimas como ceremonias públicas, misas o memoriales.